Los buenos propósitos del Barça

El Camp Nou, antes del derbi

El Camp Nou, antes del derbi / FCB

Marc Menchén

Marc Menchén

Hoy ponemos fin al 2022 y es el momento para todos de hacer balance de lo que han sido los últimos doce meses, pero sobre todo de pensar en aquello que podríamos hacer mejor. En las tradicionales listas de buenos propósitos siempre está el apuntarse al gimnasio, comer mejor, ahorrar para ese viaje que nos gustaría hacer… Así que hoy es un día ideal de lo que podría ser ese check list en clave Barça. Y aquí hay para los que somos aficionados y para los dirigentes.

Primero

Hacer un ejercicio conjunto de que la situación económica del club no es buena y, como aficionados, asumir que el proceso de reconstrucción no es inmediato y la exigencia de títulos no debería llevar asociadas pitadas y pañuelos si no llegan los resultados. Paciencia. Los dirigentes del fútbol han demostrado actuar a golpe de crítica en muchas ocasiones, y el Barça no está para volver a salir al mercado de fichajes a lo loco para intentar amarrar un título en 2022-2023. Siempre dije que, al menos durante dos años, me conformaba con exigir dignidad y un buen papel al primer equipo en todas las competiciones, y creo que la afición -y los patrocinadores- estaban preparados para un “sangre, sudor y lágrimas” cuando Joan Laporta llegó al cargo. Los primeros meses fueron óptimos en cuanto a ese ejercicio de sacrificios conjuntos, pero algo se torció el pasado enero.

Segundo

No descapitalizar más al club debería ser otro gran propósito. En 2022 se vendieron activos por 719 millones de euros, de los cuales 519 millones se corresponden al 25% de los derechos de televisión durante un periodo de 25 años. Ambas operaciones -la segunda con mucho más sentido estratégico- apenas sirvieron para reducir la deuda y financiar inversiones a largo plazo (Espai Barça), sino que esencialmente se destinaron a resolver una situación patrimonial y contable para volver a fichar sin restricciones. Seis meses después, el club vuelve a estar sometido a las restricciones del fair play de LaLiga para evitar males mayores. De ahí que incluso se hayan cambiado las normas de la competición para evitar una venta masiva de ingresos recurrentes futuros con el único fin de fichar. Bien.

Tercero

Cumplir objetivos realistas. La propia junta ha admitido que trabaja con un agujero operativo de 200 millones de euros anuales que no ha sido capaz de atajar. El traslado a Montjuïc, a la espera de una posible reestructuración salarial, sólo puede agravar esas pérdidas si no hay ventas extraordinarias.

No es la única lista posible, pero sí un buen comienzo para un Barça futuro más sólido a largo plazo y no sólo ahora.