Autocrítica para llegar a los títulos

El equipo no juega en muchos partidos como Xavi quiere. El técnico debe averiguar las causas

¿Hay que seguir insistiendo en Dembélé en los partidos grandes?

Xavi Hernández, después de la eliminación de la Champions

Xavi Hernández, después de la eliminación de la Champions / Javi Ferrándiz

Ferran Correas

Ferran Correas

Aunque la eliminación estaba asumida desde el día en el que el Barça empató en el Camp Nou contra el Inter, el fracaso europeo del equipo de Xavi se consumó el miércoles. No solo con el adiós matemático a los octavos de final de la Champions. También con la imagen dada por el equipo contra el Bayern, encajando una nueva goleada y quedando claro que al proyecto todavía le falta para poder competir con los grandes del fútbol europeo.

Consumado el fracaso, es tiempo de conclusiones. Es cierto que el sorteo no fue benévolo con el Barça. También que los blaugranas jugaron un buen partido en Múnich y solo la falta de acierto ante puerta evitó un triunfo en el Allianz. Y que el calamitoso arbitraje de San Siro condicionó el doble enfrentamiento ante el Inter. Pero haría bien Xavi en no quedarse solo con eso y hacer autocrítica si quiere que su equipo siga progresando y llegue esta misma temporada a lograr algún título, objetivo que se marcó el club cuando el pasado verano decidió activar hasta cuatro palancas para reforzar la plantilla con jugadores de nivel.

El de Terrassa tiene claro cómo quiere que juegue su equipo, pero debe preguntarse por qué en muchos partidos lo que él quiere no se ve reflejado sobre el campo. Por ejemplo, pide intensidad y presión, pero ante el Bayern pocos duelos ganaron los jugadores del Barça. No hay más que ver el primer gol de los alemanes y como Musiala no tiene a ningún futbolista blaugrana a su alrededor, pudiendo meter un pase en profundidad a Mané con total comodidad. Todo lo contrario pasaba al revés. Cada vez que un jugador del Barça recibía el balón, tenía a uno o dos alemanes respirando en su cogote, sin dejarle girar y haciendo falta si era necesario. Por cierto, un dato al respecto. En otro partido exigente como el clásico, el Barça solo hizo una falta en la primera mitad. Y hablar de intensidad no es hablar ni de físico y jugadores de 190 centímetros con músculo ni de un cambio de sistema.

También debe preguntarse Xavi por qué el Barça tiene tantos problemas en defensa contra los equipos grandes. Y por qué ataca tan mal en estos partidos. Porque posiblemente una cosa vaya con la otra. Y por qué el equipo se desorganiza con facilidad cuando las cosas no van bien, estando mal posicionado sobre el terreno de juego y facilitando los ataques del rival.

DEMBÉLÉ

Y otra reflexión. ¿Vale la pena insistir tanto con Dembélé? Posiblemente es el jugador más desequilibrante de la plantilla, pero es diferencial en contadas ocasiones, restando más que sumando en muchos partidos. La insistencia con Busquets en los partidos grandes también debería ser objeto de debate. Solo con autocrítica podrá crecer el grupo.