El 11-4-7

Braithwaite

Braithwaite

Xavi Torres

Xavi Torres

Para empezar, cuatro detalles. 1. Braithwaite, minuto 16; Memphis, en el 55, y Griezmann, a los 81, corriendo como locos en defensa para recuperar un balón. 2. Los cuatro goles a favor: abrazos de hermanos, un grupo que se sabe vigilado y tiene ganas de demostrar su capacidad, gestos reivindicativos. 3. Estrategia: primer córner, casi gol; el tercero, al palo; primera falta lateral, gol de Piqué. 4. Los jóvenes. Ante la crisis, oportunidades. Como dice el maestro Laureano Ruiz, no siempre los mejores jugadores conforman el mejor equipo (aunque lo que han reunido en París no está nada mal para tratar de ganar títulos).

La primera victoria del Barça en el campeonato es un manual de auto-ayuda en toda regla. Es un contexto de baja moral, de miedo a caminar sin Messi, ese paraguas permanentemente abierto que supo cubrir el club de la mayoría de las miserias deportivas durante una década de acomplejado comportamiento en el palco. ¿Es suficiente la actitud para los títulos? Tiempo al tiempo. Lo que está claro es que la historia del Barcelona demuestra que sin fútbol, no hay éxito. Tras comprobar que en las vitrinas del Museu apenas lucían unas cuantas Ligas y algunos trofeos menores, hace tiempo que la institución decidió escoger el camino por el que transitar con orgullo. Y a él debe aferrarse para culminar la resurrección deportiva. No hay otra salida. 

Tras un solo partido oficial es imposible sacar conclusiones. 4-3-3, de entrada, perfecto. Braithwaite en el once inicial, en fin. El debut de Nico, maravilloso. Memphis, detalles ilusionantes. Lenglet por el delantero neerlandés en el último minuto, aceptamos pulpo como animal de compañía. Para ganar la Liga -y ya no hablemos, en Europa- hay que jugar el balón con sentido, con mucho trabajo pero también con talento. Y con un plan. Y como todo está empezando habrá que otorgarle la confianza al entrenador para que demuestre su calidad. Por ejemplo, así de entrada, habrá que valorarle a Ronald Koeman el 11-4-7 del titular. Son los ataques del Barça en el partido del domingo. Once, por la izquierda y siete, por la derecha. Dieciocho, por fuera, y solamente cuatro, por dentro.

¿Recuerdan como era la vida con Messi? Efectivamente, hacía falta mucha precisión y delicadeza para atreverse a entrar por el centro. El fútbol, sin el argentino, es otra cosa. Casi otro deporte. El bocadillo de jabugo es extraordinario pero hay jamones serranos resultones… si se cuidan bien con un buen pan, un buen tomate, un buen aceite y una buena sal. Sin el genio, el fútbol del Barça debe regresar a lo terrenal, a lo lógico, al sentido común. Porque con algunos veteranos más De Jong, Memphis, Pedri, Fati y el resto de jóvenes que vienen el barcelonismo tiene la esperanza de volver a ser feliz.