Unai Aguirre, el nuevo estandarte de la selección

La selección española de waterpolo rompió este martes su maleficio en el Europeo conquistando su primera corona continental. Un título en una final con tintes de épica, frente a la selección anfitriona, Croacia, y con el premio extra del billete olímpico.

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Un broche de oro a un campeonato inmaculado en el que la única muesca fue la derrota en el debut precisamente ante el combinado balcánico, en un duelo que se saldó en la tanda de penaltis. Un toque de atención que supieron reconducir los de David Martín para nadar hasta el título.

Un hito que ha encumbrado a uno de los jugadores llamados a ser estandarte de esta selección, si es que no lo es ya. Unai Aguirre, a sus 21 años, se ha consagrado en este campeonato en el que sus paradas y su actitud ganadora no han pasado desapercibidas. Especialmente en el duelo de semifinales ante Italia, en el clásico del Mediterráneo. Unai sacó de sus casillas al gran campeón italiano, Francesco di Fulvio, que dejó su casillero de goles a cero pese a sus siete lanzamientos. De hecho, en el tercer cuarto, con España ganando por 4-1 en el marcador, el catalán acumulaba ya 12 paradas.

El guardameta barcelonés se hizo grande en el agua, gesticulando y exteriorizando claramente su energía, haciéndose oír en cada parada. Una actitud que se ha convertido en su seña de identidad en el agua, en su método para desquiciar a los rivales.

Ante Croacia, en la caldera de Zagreb, su actuación no varió y aunque fue sustituido en los últimos minutos por Edu Lorrio, sus minutos en el agua fueron de un alto nivel. Atenazados, los croatas tuvieron problemas para encontrar el camino del gol y acabaron cediendo el partido.

El guardameta del todopoderoso Barceloneta ha disputado 136 minutos en este campeonato, firmando un total de 44 paradas en 81 lanzamientos, un 54,3% de acierto al alcance de solo unos pocos.

Desde su debut en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que España fue cuarta, su listado de éxitos no deja de crecer. Oro y bronce en los Mundiales de Budapest 2022 y Fukuoka 2023, respectivamente, y un bronce europeo en 2022. Palmarés al que toca sumar este oro continental conquistado en Zagreb y con la vista puesta en el próximo mundial de Doha y los Juegos de París.

Heredero de Dani López Pinedo e Iñaki Aguilar, el listón estaba alto y Unai ha cumplido con creces, desplazando a Edu Lorrio pese a su juventud. Algunos lo comparan ya con el desaparecido Jesús Rollán, uno de los grandes emblemas de esta selección, ganador del oro olímpico. Un referente dentro y fuera de la pista, recordado tanto por sus paradas como por su carácter, siempre afable y sonriente.

Unai, genio y figura en la piscina, tiene aún mucho camino por delante para seguir escribiendo su propia historia y dejar su marca en una selección que ya ha entrado en la historia.