La paradoja de Jordi Alba

Jordi Gil

Jordi Gil

Jordi Alba es probablemente el futbolista de la selección española que se encuentre en un mejor tono físico. El de L'Hospitalet, además, es el único de los cuatro defensas que mantiene un nivel de concentración alto y no ha cometido ningún despiste. Su Mundial es excelente, pero no está recogiendo totalmente el fruto de su trabajo, precisamente, por coincidir en la misma banda con el jugador más desequilibrante de la Roja en la Copa del Mundo, Isco Alarcón.

Alba está como una moto. Sus registros físicos hablan por si solos. En los tres partidos del Grupo B del Mundial de Rusia, el futbolista ha recorrido una media de 10,2 km., una cifra muy alta y difícil de mantener. La intensidad y el esfuerzo de Alba es máximo, con continuas carreras buscando la profundidad y, al mismo tiempo, retrocediendo para realizar las coberturas oportundas.

Sin embargo, al carrilero no le llegan todos los balones que sus desmarques requieren. Isco arranca desde la izquierda y centra mucho la atención del juego. Ocurre una situación similar a la de Neymar cuando estaba en el FC Barcelona. El protagonismo del brasileño iba en detrimento de la proyección ofensiva de Alba. En el Barça, con la fuga de Ney al PSG, se ha podido ver la mejor versión del lateral con toda la banda para él.

Fernando Hierro aún está a tiempo de aprovechar más a Alba. Por ejemplo, si centra más la posición de Isco, al modo de Messi en el Barça, el recorrido del blaugrana sería más aprovechado. Sin embargo, no se espera que el seleccionador ofrezca grandes variantes en el duelo del domingo ante Rusia correspondiente a los octavos de final.