Pol Espargaró: "Ya puedo sonreír"

Un mes y una semana después del accidente, el de Granollers ha reaparecido para agradecer el apoyo recibido

Pol ha subido un vídeo a sus redes explicando sus lesiones y cómo va la recuperación

Pol Espargaró, junto a su mujer Carlota, días atrás, antes de abandonar el hospital

Pol Espargaró, junto a su mujer Carlota, días atrás, antes de abandonar el hospital / instagram

Mireia Llaudó

Buenas noticias, por fin. Más de un mes después del accidente, Pol Espargaró se ha visto por fin con fuerzas de ponerse delante de una cámara para hablar sobre el escalofriante accidente del pasado 24 de marzo y, sobre todo, para agradecer a todo el mundo el apoyo y el calor recibido.

Un mes y una semana, lo tiene apuntado a fuego en el calendario. Sin embargo, Pol ha aparecido con la sonrisa que tanto le caracteriza: "Yo estoy más o menos de vuelta", es como ha empezado su discurso. "Ya puedo sonreír y abrir un poquito la boca, la tenía completamente cerrada", ha explicado.

El de Granollers ha hecho un pequeño repaso de las múltiples lesiones sufridas en el accidente de aquel maldito 24 de marzo en Portimao, comenzando por la de la mandíbula, una de las más vistosas. A pesar de la evidente cicatriz debajo del labio inferior, Pol está muy contento con el progreso ahora que, por fin, puede comer. Ha estado un mes sin poder ingerir alimentos ya que, hasta hace solo una semana, no podía siquiera abrir la boca. ¿Lo que más le preocupa? Que ahora tiene el peso de un piloto de moto 125 cc y tiene que recuperar. Un campeón de los pies a la cabeza.

Pol tiene una larga lista de lesiones: la fractura de mandíbula le provocó problemas en el oído por los que también tuvo que ser intervenido, dos fracturas en las costillas, fractura en las cervicales que le han provocado un problema neuronal y le han inhibido ciertos músculos...

Sin embargo, tal como ha explicado él mismo, la lesión más dura y la que más está retrasando su vuelta es la múltiple fractura de tres vértebras, especialmente la octava. Esto lo obliga a llevar corsé y no le permite subirse a la moto. Aun así, lo afronta con una cara de felicidad impagable: "voy volviendo a la normalidad y estoy empezando a entrenar".

Pol ha querido también tomarse un momento para dedicar agradecimientos al equipo médico y a la afición, cuyos mensajes de apoyo dice que han sido su gasolina. La dedicatoria más especial, sin embargo, es para su mujer: "Carlota ha sido mi mujer, mi fisio, mi doctora... Ha sido crucial para mí tenerla a mi lado".

El piloto de GAS GAS ya cuenta el tiempo que queda para volver a pista. Sin embargo, la máxima prioridad ahora mismo es recuperarse y agradecer cada día después de haber vuelto a nacer.