La 'penitencia' de Carlos Sainz

Su motor de Austria es irrecuperable y con toda probabilidad tendrá que salir al fondo de la parrilla en Francia

En Ferrari, viendo la clasificación, se han acabado los problemas de jerarquía y la apuesta por Leclerc es clara

Leclerc y un abatido Carlos Sainz, tras la carrera en Austria

Leclerc y un abatido Carlos Sainz, tras la carrera en Austria / EFE

Laura López Albiac

Laura López Albiac

"Es la historia de mi temporada 2022: tan pronto como tomamos un poco de impulso, algo sale mal y es difícil continuar adelante con eso", reconocía el propio Carlos Sainz tras ver arruinada su carrera en Austria una semana después de saborear la gloria con su primer triunfo en F1 en Silverstone. Ahora, con dos semanas de descanso hasta el GP de Francia (22-24 julio), el madrileño es consciente de que el incidente en Spielberg tendrá mucho más peso en sus aspiraciones en que el éxito en Gran Bretaña. Tras romper motor, su Ferrari se incendió y la unidad de potencia quedó irrecuperable, lo que necesariamente le obligará a montar su cuarto propulsor del año en Paul Ricard, lo que equivale a salir el último en parrilla.

En once grandes premios, Sainz ya suma cuatro abandonos, aunque solo uno fue responsabilidad suya, por error en la salida de Australia. En Austria y Bakú el motor del F1-75 falló y en Imola Carlos fue embestido por el McLaren de Ricciardo. En total, cuatro ceros y una 'penitencia' desde el fondo de la parrilla para la próxima carrera en Francia.

En estos momentos, la diferencia de Sainz con su compañero Charles Leclerc es de 37 puntos y respecto al líder del campeonato Max Verstappen el madrileño se sitúa ya a una distancia considerable (75). Teniendo en cuenta que el monegasco mantiene intactas sus opciones en la batalla por el título (38 puntos con el campeón de Red Bull), en Ferrari ya no tienen dudas a la hora de establecer una jerarquía y posibles órdenes de equipo que Carlos tendrá que asumir.

Por si fuera poco, los de Maranello tienen un claro problema de fiabilidad. De momento son el único equipo que ha recurrido al cuarto motor para sus dos pilotos (si se confirma que Sainz estrena uno nuevo en Francia). Leclerc ya penalizó en arrancando penúltimo en Canadá tras romper motor en Bakú, aunque el monegasco pudo minimizar 'daños' con un quinto puesto en Montreal.

Mattia Binotto se temió lo peor en Austria cuando poco después de que fallara el motor de Sainz, Leclerc les alertó de que el acelerador se había quedado 'enganchado' y sufría con el cambio a cinco vueltas del final. El jefe de la Scuderia explicó que preparan una nueva especificación de su propulsor para intentar evitar tantas situaciones de estrés, fundamental si quieren pelear por este Mundial. Pero la mala noticia para Sainz es que no podrá contar con esta versión mejorada en Paul Ricard, ya que no estará lista antes del verano y podría llegar en Spa o Monza, en septiembre.