Caso Koldo

Las comisiones del caso Koldo 'patinan' en sus arranques en el Congreso y en el Senado

La politización entorpece la dinámicas de sendos grupos de investigación parlamentaria

Koldo García declara en la comisión de investigación del Senado sobre la compra de material sanitario durante la pandemia. /

Koldo García declara en la comisión de investigación del Senado sobre la compra de material sanitario durante la pandemia. / / JOSÉ LUIS ROCA

Joaquín Anastasio

Casi tres semanas después de iniciadas las comisiones parlamentarias de investigación en Congreso y Senado sobre el caso Koldo, la información y los conocimientos sobre las actividades de la trama siguen siendo los mismos que antes de su puesta en marcha, y los argumentos sobre las responsabilidades políticas de las administraciones afectadas tampoco han variado apenas. Las seis sesiones de comparecencias celebradas hasta el momento han causado más revuelo e interés en los días previos a las mismas que durante su celebración.

El carácter político que desde el principio han tratado de dar los partidos impulsores de estas comisiones, el PSOE la del Congreso y el PP la del Senado, ha dominado de momento toda la dinámica de los trabajos y las propias comparecencias, y los resultados prácticos no están cubriendo las expectativas. Por ahora, en ambas investigaciones parlamentarias hay más ruido que nueces, según el sentir mayoritario de los comisionados.

Este resultado es aún más intrascendente por el momento para el caso de la afectación en Canarias de las supuestas irregularidades en la venta de mascarillas en los primeros meses de la pandemia sanitaria. La canaria fue una de las comunidades autónomas, junto a Baleares, sobre las que se ponía el foco político y mediático desde el principio por las relaciones comerciales del Servicio Canario de Salud (CSC) con la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, la compañía recomendada por Koldo García, exasesor de José Luis Ábalosdurante la etapa de este como ministro de Transportes, con la que contrató mascarillas y material sanitario por valor de 12,5 millones de euros.

Incógnitas sin despejar

Ninguna de las grandes incógnitas sobre las relaciones entre el Gobierno de Canarias, entonces presidido por el socialista Ángel Víctor Torres, y la empresa de la llamada trama Koldo se han despejado por ahora pese a que ya han declarado en la comisión del Senado tanto el propio García como el exministro Ábalos. De hecho, los interrogatorios de la mayoría de los grupos parlamentarios, incluido el PP y el PSOE, a los tres principales comparecientes hasta la fecha, los dos mencionados y el exministro de Sanidad Salvador Illa, apenas han incidido en los aspectos canarios del caso Koldo. Únicamente los portavoces de CC en ambas cámaras, Cristina Valido en el Congreso y Pedro San Ginés en el Senado, están centrando sus interrogatorios en esa relación entre el Gobierno de Canarias y la empresa de la trama, pero sin lograr información relevante.

Una de las conclusiones que cabe extraer de las casi tres semanas de comisiones parlamentarias de investigación sobre este presunto escándalo es la evidente utilización política de socialistas y populares sobre cada una de ellas, manejado los tiempos y las comparecencias en favor de sus argumentos e intereses. La situación ha llegado a tal extremo en este sentido que Valido llegó a reprochar en la sesión del pasado día 30 de la comisión del Congreso el tono y el sentido de los interrogatorios por parte de los portavoces, tratando de buscar la culpabilidad de los comparecientes, los socialistas la de los cargos del PP y los populares la de los del PSOE, en lugar de tratar de averiguar los hechos concretos. 

En campaña

También los partidos catalanes, ERC y Junts, han aprovechado que estas primeras comparecencias que han coincidido con la precampaña electoral en Cataluña para tratar de atacar al exministro Illa, candidato socialista en esos comicios y favorito en las encuestas de la cita de este domingo. Sobrevolando todo ha estado la constante amenaza por parte del PP, aún sin concretar, de llamar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su esposa, Begoña Gómez, por la investigación judicial abierta contra esta por supuesto delito de tráfico de influencias.

El amago de dimisión del presidente el pasado día 24, despejado el 29 decidiendo continuar en el cargo, ha relegado el caso Koldo y sus investigaciones parlamentarias a un segundo plano. Los resultados de las elecciones catalanas del próximo domingo lo orillará aún más pese a que al día siguiente de las mismas comparecerá en la comisión del Congreso precisamente la presidenta de la cámara, Francina Armengol, comparecencia que el PP considera que está fijada ese día por parte de los socialistas para que pase inadvertida en pleno análisis del 12-M catalán.

Canarios en 'lista de espera'

La conexión canaria con la trama de las mascarillas investigada por la Audiencia Nacional está pasando de momento muy desenfocado por sendas comisiones, en espera en todo caso de que puedan empezar a desfilar por cada una de ellas los responsables políticos o de gestión a los que los distintos grupos han solicitado comparecer. En total son nueve los canarios llamados a declarar, desde el entonces presidente Torres, hoy ministro de Política Territorial, hasta el presidente de la Audiencia de Cuentas. Pedro Pacheco, pasando por los exresponsables de la consejería de Sanidad Teresa Cruz y Julio Pérez, y los tres directores del SCS durante el primer año de la pandemia, Antonio Olivera, Alberto Pazos y Conrado Domínguez. También se han solicitado las de Ana María Pérez como directora general de Recursos Económicos del SCS, y la de la Interventora General de Canarias, Natalia de Luis. De momento, ninguna de las mesas de sendas comisiones parlamentarias han puesto fecha a esas comparecencias.

Ninguna información o dato relevante sobre las vinculaciones canarias de la trama Koldo ha surgido de las comparecencias celebradas hasta la fecha, sobre todo por el hecho de que el principal inculpado por el cobro de comisiones ilegales en la venta de material a las administraciones públicas, el propio exasesor de Ábalos, se escudó en su derecho a no declarar cuando estrenó la comisión del Senado el día 24 de abril. Pese a las preguntas del portavoz de CC, García insistió en su silencio y no aclaró con quien habló del Gobierno canario o del equipo del SCS para recomendar a la empresa que acabó suministrando las mascarillas a la comunidad autónoma. 

Testimonios escapistas

El ministro Illa, por su lado, se limitó a señalar que ni avaló, ni supervisó, las compras de Canarias, ni de ninguna otra comunidad, porque cada gobierno regional tenía autonomía para operar por su cuenta. El otro compareciente de relevancia aunque no está implicado en el caso, Ábalos, se prodigó el pasado lunes en explicaciones ante el interrogatorio del senador San Ginés, pero siempre para rechazar cualquier participación en los contactos de García con el Gobierno de Canarias, ni en reuniones en las Islas con algunos de los empresarios de la trama que luego lograron una adjudicación de obras en la Agencia Tributaria Canaria. El exministro duda incluso de la existencia de una trama en torno a la venta de mascarillas de la empresa mencionada a las administraciones públicas.

A partir de este momento, el foco político y mediático está puesto en la concreción que haga el PP de llamar a Sánchez y a su esposa a la comisión del Senado, lo que dejará en muy segundo plano las comparecencias que en su momento se produzcan de los cargos relacionados con la administración canaria. Si cuando se aprobó la constitución de ambas comisiones el expresidente Torres parecía ser uno de los principales objetivos políticos del PP, junto a Armengol y en todo caso ambos como peones de Sánchez, en tan solo tres semanas de sesiones el contexto general y la propia dinámica de las comparecencias, con testimonios escapistas en la mayoría de los casos, rebaja mucho las expectativas de clarificación de la supuesta trama.