Alpine sigue jugando con el futuro de Alonso

Cuando Fernando Alonso volvió a la Fórmula 1 lo hizo con un objetivo claro: volver a ser campeón del mundo. Regresó a los orígenes, a donde fue feliz. Al fin y al cabo, Renault, ahora Alpine, fue la escudería con la que ganó sus dos coronas.

El cambio de reglamento que entró en vigor esta temporada era la gran baza para recortar distancias con los de arriba y dar un vuelco a la parrilla. ¿Ha ocurrido? En parte. Mercedes ya no manda, lo hace Ferrari, por detrás está Red Bull y parece que Alpine está en la pugna por ser el tercer mejor coche de la parrilla. ¿Suficiente para Alonso? No lo parece. “Estoy dispuesto a seguir dos años más en Alpine... o en otro equipo”, dijo el piloto asturiano antes del pasado Gran Premio de Australia. O lo que es lo mismo, si no tengo un coche ganador aquí, probaré en otra parte. 

Alpine también juega

Oscar Piastri es la bala en la recámara para Alpine. El actual campeón del mundo de Fórmula 2 no tiene asiento y Laurent Rossi, CEO de los de Enstone, sabe que este diamante no se puede echar a perder. Pese a las declaraciones, todo parece indicar que Alonso seguirá en 2023 y tapará la subida de Piastri. 

“Es normal que Fernando quiera seguir más años. Mientras conduzca tan bien, si yo fuera él, seguiría conduciendo”, afirmó Rossi en una entrevista para ‘Motorsport’ de Estados Unidos. 

“Si la solución es ceder a Piastri para que debute en otro equipo con la condición de que regrese en el futuro, no me opongo”, dijo Rossi que reconoció por primera vez la posibilidad de dejar marchar, aunque sea de forma momentánea, al piloto australiano. 

Todo eso depende del futuro de Alonso. A su vez, éste depende del rendimiento del coche. De momento dos ceros por problemas de fiabilidad. Hay potencial, pero el coche falla demasiado.