Sainz, en busca de la cuarta victoria en el Dakar

Sainz, durante el acto de Audi

Sainz, durante el acto de Audi / EFE

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El karting de Carlos Sainz, ubicado en Las Rozas, ha sido el escenario esta mañana de la habitual rueda de prensa en la que Carlos Sainz analiza el Dakar 2023, sus posibilidades, el itinerario y, junto a su copiloto Lucas Cruz, pasar revista a una carrera que afrontará por 16ª vez.

Vencedor de la carrera en tres ocasiones, con tres coches diferentes (Volkswagen 2010, Peugeot 2018 y Mini 2020), el piloto madrileño, de 60 años, afronta la tercera edición en Arabia Saudita con el reto de ganar por cuarta vez y a los mandos de un Audi RS Q e-tron E2 muy renovado con respecto al modelo que debutó en la última edición. La marca alemana dispone hoy de un vehículo más aerodinámico, ligero y optimizado.

El proyecto es ambicioso y Carlos Sainz ha señalado que “veo con más optimismo y tranquilidad que el año pasado esta edición. Entonces llegamos muy justos, sin carreras, con muchas dudas, aunque algunas no se podían confesar antes del Dakar. El rally salió mucho mejor de lo que pensábamos, ganamos etapas y los problemas mecánicos no estuvieron relacionados con la propulsión. Afrontamos el Dakar 2023 con ilusión, muchas ganas y esperando con ansias ver dónde estamos”.

En cuanto al Audi RS Q e-tron E2, Carlos Sainz ha remarcado que “el coche es muy parecido al del año pasado. La gran diferencia es que pesa 90 kilos menos, aunque por reglamentación vamos a llevar 100 kilos más de los demás. Este año a los coches híbridos o eléctricos nos han subido de 2.000 a 2.100 kilos. Es difícil de entender por la complejidad del coche que lleva 4 motores. No animar vía reglamento a una marca al camino de la sostenibilidad no lo entiendo”.

Carlos tiene claro que el favorito “es el ganador del año pasado, aunque yo quiero pensar que estamos en disposición de luchar por ganar”. En cuanto a su mentalidad, dice que “tienes más experiencia y sabes a lo que te vas a enfrentar. La motivación y la preparación cuesta más, pero tienes que tener mucha disciplina si quieres asumir este reto”.

El piloto madrileño, sin embargo, señala a la hora de hacer un pronóstico que “apostaría por Audi porque dispone de un gran equipo, tiene tres pilotos y copilotos muy capaces de ganar carreras y quiero pensar que todo va a estar muy igualado en cuanto a mecánica y prestaciones. Este año lo hemos preparado bien y la confianza es alta”.

En la segunda etapa de la última edición perdió toda opción en un waypoint oculto que estaba mal resuelto. Al-Attiyah sí que lo encontró y fue la base de su triunfo, indicando Sainz que “lo achaco más a la suerte que a otros temas. Un participante logró el paso en ese waypoint escondido y también Loeb porque se lo encontró de cara y le siguió. Dando el roadbook por la mañana evitas suspicacias, igual que con cámaras para evitar el teléfono, pero si el waypoint no está bien marcado es imposible encontrarlo”.

La polémica no afecta a la esencia del Dakar y Carlos Sainz ha hecho hincapié que “el ADN del Dakar sigue intacto y por lo que intuyo este año, con dos días más y más kilómetros, será muy duro. La navegación será un problema, pero espero que los que estén más preparados sean los que ganen”.