El ataque frustrado de Jon Rahm en Augusta

El vasco, que logró pasar el corte del viernes por los pelos, no logró reaccionar este sábado, en la jornada conocida como el ‘moving day’

El de Barrika firmó una insulsa vuelta de 72 golpes (par), subiendo posiciones pero sin opciones de defender el título de 2023

Rahm jugó su mejor vuelta en Augusta, al par, demasiado poco si tenía intenciones de victoria

Rahm jugó su mejor vuelta en Augusta, al par, demasiado poco si tenía intenciones de victoria / EFE

Ramon Palomar

Ramon Palomar

Quizá tenía razón uno de los grandes jugadores en la historia del Masters, el inglés, Nick Faldo, ganador de tres chaquetas verdes, que apenas unos días antes del inicio del torneo, aseguró que Jon Rahm apenas había tenido competición este año para llegar en condiciones de victoria al Masters.

Por supuesto se refería al paso de Rahm al LIV Golf donde solo ha jugado este año cinco torneos, y en ninguno de ellos ha logrado la victoria individual.

En Augusta, donde llegó muy pronto para agasajar a los campeones con su espectacular cena vasca, no se ha visto al Jon incisivo y con acierto en sus golpes, para tener opciones de repetir victoria, como hizo con contundencia en 2023.

El viernes, un malsueño

Tras una primera jornada el viernes de 73 golpes (+1), el viernes se convirtió en un mal sueño para el de Barrika, que no supo adaptarse al vendaval en Augusta y que a punto estuvo de dejarlo fuera del torneo. “Prefiero tener lluvia que un huracán como este”, dijo tras su vuelta.

El vasco luchó sin suerte en la tercera jornada, donde lo intentó pero no cayeron los birdies

El vasco luchó sin suerte en la tercera jornada, donde lo intentó pero no cayeron los birdies / EFE

Dos birdies en el 15 y 16 le llevaron el viernes a una vuelta de 76 golpes (+4) para quedarse a jugar el fin de semana, aunque con demasiado lastre en su marcador (+5). “Una buena cena, una buena noche y quién sabe mañana sobretodo sabiendo que no hay nada que perder”, dijo el vasco.

Saliendo este sábado en los primeros grupos de la mañana, Jon, acostumbrado a lanzar un ataque furibundo con su estilo agresivo, buscando siempre banderas, sencillamente no pudo ganarle al campo, en condiciones más favorables, pero igualmente enemigo en los greenes.

Vuelta al par

Jon firmó una vuelta al par del campo (72) registrando un solo bogey en el 7 y que recuperó en el 17, para esa tarjeta que no le llevaba a ninguna parte, con un total de 211 golpes (+5) y con los lideres prácticamente empezando su tercera vuelta, a 11 golpes, en el puesto 33. Demasiado lejos.

Quizá, como decía Nick Faldo, demasiada poca competición para llegar en el mejor momento al Masters.