Problema ‘ultra’ en el fútbol francés

Los aficionados radicales están siendo protagonistas en este inicio de temporada con hasta cinco grandes incidentes

Los últimos, en la jornada del pasado miércoles en Angers con el Marsella, en Montpellier con el Girondins y en Metz con el PSG

Tristes incidentes en Niza

Tristes incidentes en Niza

SPORT.es

SPORT.es

El fenómeno ‘hooligan’ parecía erradicado en los últimos años. Si más no, fuera de los focos de importancia en las grandes ligas europeas. Sigue siendo así en gran parte del territorio pero en Francia las cosas empiezan a descontrolarse. El inicio de temporada ha estado marcado por los ultras que ya han protagonizado hasta cinco incidentes.

Todo arrancó en Montpellier en la primera jornada de liga. Rongier recibió un lanzamiento de botella en la cara y el ambiente, ya de por sí caliente todo el partido, explotó. El colegiado suspendió el partido y tras unos minutos se pudo reanudar. Fue un punto de inflexión. El más grande de los problemas se produjo en Niza, también con el Marsella de por medio. 

Una botella impactó en la espalda de Payet que la devolvió, también con violencia, a la grada. A partir de ahí, invasión de campo, jugadores con heridas producidas en la batalla campal. El árbitro también paró el partido pero no se volvió a reanudar. Ahí llegaron las primeras sanciones.

El pasado fin de semana, concretamente el 18 de septiembre, se enzarzaron la afición del Lille y el Lens, en el derbi del norte. Los aficionados de ‘les dogues’ intentaron colarse en una de las tribunas de aficionados del Lens que saltaron al césped para iniciar la batalla. Dos partidos a puerta cerrada en el Félix Bollaert-Delelis y la prohibición de viajar a los aficionados del Lille este sábado a Estrasburgo. 

Más problemas

La jornada intersemanal de este pasado miércoles acumuló tres incidentes más. El primero entre aficionados del Burdeos que habían presenciado el encuentro de su equipo en Montpellier. 16 personas ligeramente heridas fueron atendidas por los bomberos al término de un choque entre hinchas del Girondins de Burdeos que volvían a casa en un autobús tras el partido y unos individuos “armados con barras de hierro” que les salieron al paso.

Un segundo episodio se produjo poco después de que el árbitro pitara el final del partido entre Angers y el Marsella, cuando algunos de los espectadores invadieron el terreno de juego para pelearse. Algo parecido ocurrió en Metz, donde aficionados locales trataron de saltar al campo después de un encuentro con el PSG en el que los ánimos de los locales se calentaron con la expulsión de dos de sus jugadores.