La Real Sociedad hace añicos al Villarreal en La Cerámica

La Real Sociedad asestó el primer 'mazazo' al proyecto de Marcelino. El conjunto 'txuri-urdin' pasó por encima del Villarreal, cuajando una primera parte para enmarcar que se saldó con tres goles que dejaron el partido visto para sentencia antes de acudir al túnel de vestuarios. El 'Submarino', que no conocía la derrota desde que el técnico asturiano asumió los mandos, naufragó de forma irrefutable, y las dudas generadas en jornadas anteriores dieron paso a una actuación decepcionante ante su propia afición.

Si bien es cierto que la Real Sociedad intentó pasar el rodillo desde el pitido inicial, hubo un tramo en el que el Villarreal plantó cara. Incluso pudo adelantarse tras una ocasión que Morales, para desesperación de la grada, no llegó a concretar a pesar de recibir en el punto de penalti. La falta de pericia del 'Comandante', que bien pudo suponer el 1-0, dio paso al monólogo 'txuri-urdin'.

¿Por qué Marcelino le ha cambiado la cara al Villarreal?

Este dominio aplastante, sin embargo, tardó en traducirse en gol. No fue hasta el minuto 38, a la salida de un saque de esquina ejecutado por Take Kubo, cuando Mikel Merino dio por inauguradas las hostilidades con un testarazo que se coló por el palo opuesto de la portería.

Una vez descorchada la botella, el tanto de la tranquilidad no se hizo de rogar. Aprovechando un centro-chut de Zakharyan desde la frontal, Zubimendi metió el pie para desviar la trayectoria del esférico. Jörgensen, ya vencido, tuvo que ver con impotencia como el balón besaba la red y se doblaba el castigo del Villarreal en cuestión de tres minutos. Intentaron reaccionar los 'groguets', pero se encontraron con una doble parada monumental de Remiro.

Kubo, culminando contragolpe que nació fruto de una valiente recuperación de Zakaryan en campo contrario, puso el broche a una primera parte redonda para la Real Sociedad. La única mala noticia fue la lesión de Brais Méndez, pieza clave en el esquema de Imanol, que recibió un duro golpe en el brazo de apoyo por parte de Capoue.

Cambio de roles

Tras el paso por vestuarios, la cómoda ventaja pareció anestesiar a la Real Sociedad. Los jugadores saltaron al césped más relajados y menos contundentes, situación que quedó ejemplificada en la ocasión desperdiciada por Sadiq. El nigeriano se gustó de más en el momento de culminar un contragolpe, ejecutando tres bicicletas consecutivas antes de que Jörgensen le quitase el esférico de las botas.

El Villarreal, en cambio, dio un obligado paso al frente para tratar de maquillar el resultado y soñar con una difícil remontada. El primer objetivo estuvo cerca, especialmente tras un intento de vaselina de Gerard Moreno que se quedó a centímetros de convertirse en el gol de la jornada. El segundo, no tanto.