¿Qué consecuencias trae el desprendimiento de la valla en Ipurúa durante el Eibar-Sevilla?

El colegiado Estrada Fernández lo recoge en el acta arbitral. Si bien el Código Disciplinario lo puede llegar a calificar como grave o muy grave, según SPORT es muy difícil determinarlo dado que además afecta a la afición visitante. La RFEF podría abrir una información reservada antes de decidir. También la Liga quiere constatar si el club cuenta con la autorización de apertura del Ayuntamiento o la Comunidad Autónoma vasca

El partido entre el Eibar y el Sevilla nos dejó el triste incidente del desprendimiento de la valla coincidiendo con la celebración del segundo gol del Sevilla. Incidente que acarreó varios heridos algunos de ellos incluso tuvieron que ser trasladados a un hospital cercano. La pregunta que surge es: ¿qué consecuencias trae el desprendimiento de la valla? 

Consta en acta

Debemos de partir que el colegiado del partido, Estrada Fernández lo hizo constar en el acta del encuentro de la siguiente forma: “en el minuto 58 de partido tras la consecución de un gol del equipo visitante los aficionados de dicho equipo situados detrás de la portería se precipitaron al terreno de juego tras celebrar el gol y ceder la valla que delimita la grada. Siendo atendidos algunos de ellos sobre el terreno de juego y retirados por los servicios médicos. El partido pudo continuar sin mayores incidencias, situándose las fuerzas de seguridad en la grada donde se produjo el incidente. El juego estuvo detenido 7 minutos”.

Ahora veremos qué camino emprenden tanto la RFEF como la propia Liga de Fútbol Profesional. En el entorno federativo, y según fuentes consultadas por SPORT, si bien puede ser achacable al club local; no es fácil dado que el incidente se produjo donde estaba precisamente la afición del Sevilla.

La excepción

El Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) responsabiliza al equipo local de los posibles incidentes que se puedan producir en los partidos en relación con la seguridad, a menos que “acredite el cumplimiento diligente de sus obligaciones y la adopción de las medidas de prevención exigidas por la legislación deportiva para evitar tales hechos o mitigar su gravedad”.

Veremos hasta qué punto puede afectar el hecho de que es una de las zonas del estadio pendiente de remodelar. Y siempre, como decimos, bajo la óptica que cedió justo en la zona donde se ubicaban los aficionados del club sevillista.

El código disciplinario, como bien recoge IUSPORT, recoge un abanico de sanciones siempre en función de la gravedad que se determine. En caso de estipular lo sucedido como un incidente grave, y atendiendo al artículo 108,  podría ser sancionado con entre 6.000 y 18.000 euros. 

En caso de determinarlo como un incidente muy grave habría a atenerse al artículo 74, siempre que haya claras evidencia de impedir el deber de desarrollar el correcto desarrollo de los partidos, y que contempla una sanción de inhabilitación para ocupar cargos de responsabilidad en la organización deportiva por un periodo de dos a cinco años, cuando se tenga la certeza de que ha sido culpa exclusivamente del responsable de seguridad del club.

Dura sanción económica

Además supondría una sanción económica que oscilaría entre los 18.000 a los 90.000 euros. También se contempla la clausura total del recinto deportivo “por un periodo que abarque desde un partido hasta una temporada” o, en el caso de producirse en un solo sector o grada, y valorando las circunstancias de concurrentes y la gravedad de los hechos, “la sanción parcial del recinto deportivo”.

También se podría clausurar parcialmente dicha parte: “Cuando el hecho causante se produzca en un solo sector o grada, podrá imponerse, valorando las circunstancias concurrentes y la gravedad de los hechos, la sanción de clausura parcial del recinto deportivo”.

Pero como venimos exponiendo en SPORT, incluso este cierre parcial del estadio, tanto si consideran grave como muy grave, parece complicado dado que fue precisamente en la zona donde se ubicaba la afición del Sevilla.

Información reservada

Bajo este escenario, no es de extrañar que, siguiendo las directrices que se han marcado en la nueva RFEF, se abra una información reservada donde se valoren todos los elementos antes de poner este asunto encima de la mesa del Comité de Competición.

El escrito que desde esta temporada envían los delegados observadores arbitrales a la propia RFEF también puede recoger información adicional al respecto. No en vano está entre sus competencias hacer constar cualquier otro aspecto “en relación con el desarrollo del juego, eventuales incidencias y cuestiones”.

El ex colegiado cántabro José Antonio Teixeira Vitienes fue el encargado de realizar las labores de delegado el pasado sábado en el Estadio de Ipurua. Veremos pues que camino adopta la Federación Española y el propio Comité de Competición.

¿Papeles en regla?

Y luego está también las consecuencias desde el punto de vista de la Liga de Fútbol Profesional. Según hemos podido confirmar en SPORT, la intención desde la patronal es confirmar si el estadio del equipo eibarrés cuenta con la autorización de apertura del ayuntamiento de la ciudad y la Comunidad Autónoma vasca.

Conviene recordar que, tanto si el estadio es propiedad del club como si es del Ayuntamiento como sucede con el Eibar, compete a estas instituciones la potestad para poder otorgar la licencia de apertura de las instalaciones.

Algo similar a lo acontecido con el Estadio de Vallecas en Madrid. En caso de no tenerla, es cuando se produciría un incumplimiento del reglamento de la propia Liga.