El anteproyecto de la Ley del Deporte, último enfrentamiento RFEF - LaLiga

El pasado viernes confiamos el anteproyecto de la nueva Ley del Deporte aprobado por el Consejo de Ministros. Se trata eso si de un primer paso, dado que le falta primero el trámite inicial de un mes para poder presentar enmiendas, a lo que hay que sumar luego su presentación ante el Consejo de Estado, Comisión de la Competencia y la tramitación parlamentaria con la aprobación final en el Congreso de los Diputados. 

Es decir, si bien esto no ha hecho nada más que empezar, evidencia un capítulo más del enfrentamiento entre LaLiga y la FEF; hasta el punto que hay quienes consideran que la prohibición en esta nueva ley de poder explotar derechos ajenos a tu Competición, incluido a última hora en el texto con el consiguiente enfado de la mayoría de Federaciones deportivas pequeñas, responde a un movimiento de la RFEF. Esta limitación impide a la Liga poder explotar todos aquellos derechos audiovisuales que no sean los de la propia Liga de Fútbol Profesional. Es decir se carga la vía que se la había abierto s muchas federaciones que habían encontrado en LaLiga el comprador de unos derechos que nadie quiere. Derechos que Laliga ya está explotando en algunos casos como la ASOBAL, la LNFS o el inminente Mundial de Petanca y que reportan unos ingresos globales  a estas Federaciones Deportivas de cerca de 4 millones de euros además de un departamento exclusivo dentro de la Liga de apoyo y gestión a las mismas. Esto al margen de la subvención que a través Del Real Decreto de Venta Centralizada destinado a deportistas como Mireia Belmonte, Carolina Marín a través de la LigaSports.

Sin duda, aunque nos encontremos en su fase inicial, es un capítulo más del enfrentamiento entre la Federación y LaLiga

Hace unas fechas os contábamos la delicada situación en la que se encuentra la negociación del convenio de coordinación. No han avanzado nada especialmente en las tres cuestiones capitales: nombre de la Competicion, balón de la Liga y los horarios de los partidos. La RFEF entiende que tiene competencias sobre estas materias que actualmente gestiona Laliga conforme al actual convenio de coordinación que finaliza el próximo mes de junio. De hecho la Liga tiene presentado un conflicto de competencias ante el CSD, por el que el órgano estatal debería manifestarse como tarde a principios del mes de marzo. Mientras que no haya posición desde el CSD, nada se va a mover y estos son los asuntos capitales. Habrá que ver además qué posición adopta, más tras lo visto con este reciente anteproyecto de la nueva Ley del Deporte. 

Y veremos también porque, según los datos aportados por Javier Tebas la pasada semana, la aportación de la Liga a la RFEF ha pasado de 19,9 millones en la temporada 2012/13 a 54,4 en la pasada temporada. 

Pero hay más. Porque el partido de Miami ha sido otro capítulo en enfrentamiento RFEF y la Liga. Luis Rubiales siempre se ha opuesto atendiendo según la RFEF a la posición de la UEFA y la FIFA. Por el contrario Laliga considera que la RFEF ha incumplido el reglamento de partidos internacionales de FIFA al no dar traslado a UEFA de la solicitud de este partido. Primer trámite necesario para poder seguir el proceso. Hasta el punto que LaLiga lo tiene denunciado ante la justicia ordinaria. Llego incluso a solicitar medidas cautelares que retiró cuando el Barcelona hizo público el escrito donde prefería no apoyar este encuentro mientras que no existiera un consenso entre todas las partes. 

Pero hay muchos más enfrentamientos como el acontecido el pasado verano con el calendario que obligó a las partes a tener que sentarse y llegar a un acuerdo bajo la amenaza del propio CSD. Y luego está la liga femenina de fútbol etc...como ya anticipamos hace unos meses estamos asistiendo a una guerra sin cuartel entre los dos máximos organismos del fútbol español que está incluso teniendo consecuencias en terceros. Solo hasta ahora se han puesto en una cosa de acuerdo. Es el nuevo convenio con el Comité Técnico de Árbitros y los emolumentos a percibir los próximos cinco años tras la entrada del VAR.