Ángel Ardanaz declara como testigo en el juicio contra seis exdirectivos de Osasuna

El gerente de Osasuna Ángel Ardanaz

El gerente de Osasuna Ángel Ardanaz a la salida del juzgado / EFE

EFE

El exdirector financiero y actual gerente de Osasuna, Ángel Ardanaz, ha negado que fuese él quien elaborase el contrato a la empresa Flefield con el que el club justificó el descuadre de caja de 1,4 millones de euros al fin de la temporada 2013–2014, asegurando que le pareció “extraño” que este pago se realizase por caja.

Ardanaz ha declarado como testigo en el juicio contra seis exdirectivos de Osasuna, tres exjugadores del Betis y dos agentes inmobiliarios acusados de delitos de apropiación indebida, societarios, falsedad en documento mercantil, falsificación de las cuentas anuales y corrupción deportiva por el supuesto amaño de partidos. Durante su declaración ha subrayado que el exgerente Ángel Vizcay “ha mentido” al asegurar que fue él quien elaboró este contrato y ha indicado a este respecto que en el momento en el que se entregó este documento al auditor, Adolfo Suárez, él se encontraba de vacaciones.

Ha señalado que la primera vez que vio este contrato fue cuando se lo solicitaron en una auditoría futura, ya tras la salida de Vizcay, y que lo localizó en el ordenador del exgerente, asegurando que nunca antes había accedido a este equipo y esta vez lo hizo con una contraseña que había dejado a su marcha. Respecto a estos pagos, ha manifestado que le pareció “extraño” que se realizasen por caja y que se solucione el problema de la falta de justificación en unos días, si bien ha explicado que no pidió explicaciones porque existían documentos previos a su llegada al club que él no conocía y en ningún momento pensó que las facturas pudiesen ser falsas.

Respecto a un reintegro de 125.000 euros firmado por él y Vizcay, ha declarado que éste le explicó que iba destinado a devolver un préstamo y que el entonces presidente, Javier Zabaleta, tenía conocimiento de ello, aunque no lo verificó. Según ha señalado, no fue hasta la realización de la auditoría, en junio del 2014, cuando tuvo conocimiento de este descuadre de caja de 1,4 millones de euros, lo que suponía que “o faltaban justificantes o faltaba dinero”. Este asunto, ha indicado, fue tratado en la reunión celebrada en agosto a petición del auditor Adolfo Suárez entre el equipo gestor y la Junta Directiva, acudiendo también él mismo, el entonces contable, Tomás López y el abogado Miguel Martínez de Lecea.

Según ha explicado, el tema principal de esta reunión fue la viabilidad del club y si Osasuna debía hacer un concurso de acreedores o una dación en pago de sus bienesc, si bien el auditor planteó que había un descuadre en las cuentas, pidiéndole el presidente que abandonase la sala para tratar en privado el asunto. En este momento, ha recordado, el exgerente Ángel Vizcay se dispuso a explicar qué había pasado con ese dinero, pero Luis Ibero le dijo que “no quería explicaciones” sino una solución, ya que la Junta, que había entrado en Osasuna recientemente, no había intervenido en el problema.

Ardanáz ha comentado que cuando él entró a trabajar en el club en la contabilidad “había un atasco tremendo” y ha apuntado que solo se contabilizaban “movimientos de bancos sencillos” pero “el resto estaba sin hacer”. En este sentido, ha hecho referencia a que al cierre del ejercicio contable la Seguridad Social estaba sin pagar y había denuncias de los jugadores por impagos, dos temas en los que, ha asegurado, centraron sus esfuerzos para evitar el descenso a Segunda B, ya que esto ponía en grave peligro la continuidad del club.