La sirenita Michelle Alonso, oro y récord del mundo

Michelle Alonso volvió a demostrar que no tiene rival en los 100 braza (SB14). En Tokio, una ciudad que le apasiona, logró la tercera medalla de oro de la distancia tras las conseguidas en Londres 2012 y Río 2016.

'Sirenita' Michelle, como ella misma se bautiza en twitter, ha llegado a Japón en plena forma tras reinventarse durante la pandemia y se lanzó a la piscina a por todas. Tanto corrió que tocó la pared la primera y marcando un nuevo récord del mundo que ella misma poseía, dejando la nueva marca en 1:12:02.

La nadadora tinerfeña, abanderada de la selección española en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos, padece discapacidad intelectual, lo que le provocó muchos problemas de socialización de niña. Tuvo pocos amigos de pequeña porque no lograba superar la barrera de sentirse inferior a los demás. La comunicación era un handicap para ella. Pero cuando se encontró con la piscina para solucionar sus problemas de espalda, todo cambió en su vida y se le abrió un mundo.

La natación, la mejor terapia

En el agua empezó a coger confianza y más al ver que podía competir perfectamente con nadadoras sin ningún tipo de discapacidad. Los buenos resultados fueron un factor determinante para que Michelle decidiera apostarlo todo a la natación. De la mano de su inseparable José Luis Guadalupe., entrenador que le ha ayudado tanto a nivel técnico como psicológico, los éxitos han sido una constante en la vida de Alonso que este domingo, en Tokio, la ciudad de sus sueños que en esta ocasión no podrá visitar, se ha vuelto a coronar como campeona de los 100 braza y lo ha hecho a lo grande. Con récord incluido.

Tras acabar la carrera y colgarse la medalla de oro, Michelle estaba emocionada: "No me esperaba conseguir la medalla de oro. Esperaba la plata porque no sabía como estaban mis rivales sobre todo las inglesas, y encima récord del mundo que no lo esperaba para nada. Esto es un sueño y todavía estoy en la cama y me tengo que despertar".

'Forofa' de Tokio

Explicó qué significa la capital japonesa para ella: "Tokio significa un montón de cosas. Emociones, cosas raras como que no hay público, cosas muy diferentes pero la verdad es que es una competición más, unos Juegos más, y encima con medalla, abanderada, muy emocionada".

"Que haya sido en Tokio, que me encanta el manga y la cultura, es una pasada. Me lo estoy pasando muy bien y ahora ya con ganitas de volver a casa", decía sin conseguir de bajarse del sueño que estaba viviendo.

Dedicatoria especial

Michelle recordó que ha conseguido en Tokio su tercera medalla de oro paralímpica consecutiva: "Son tres medallas paralímpicas pero esta es muy especial por ser a Tokio y por la dedicación que le he dado a mi entrenador que también es para él. Me gustaría dedicársela a toda mi familia".

Deja en el aire su presencia en París 2024

Pese a que solo tiene 27 años, Michelle no tiene clara su presencia en los próximos Juegos Paralímpicos: "Tengo 27 años pero ya se nota la edad. Llevo 20 años nadando, pero Michelle no sé donde va a llegar porque ahora mismo estoy sufriendo con la alergia y cada año tengo más lesiones. Michelle no sé si va a llegar a más techo. No sé si llegaré a París 24. Dejadme relajarme y ya pensaremos en París más adelante".