PREMIER LEAGUE

El Chelsea sobrevive a Mourinho

Con Guus Hiddink en la grada y Mourinho en el ambiente, el Chelsea derrotó sin brillantez pero con comodidad al Sunderland en Stamford Bridge

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El Chelsea venció al Sunderland con Stamford Bridge en estado de ebullición / sport

Jordi Blanco

Hay vida más allá de Mourinho, por mucho que la hinchada del Chelsea siga sin olvidarse del entrenador portugués. Con Guus Hiddink en la grada, al lado de Abramovich y esperando para hacerse cargo de la plantilla hasta final de temporada, el aún campeón de la Premier ganó por 3-1 y sin alardes al Sunderland. Sin más.

Bueno, sin más no. Con buena parte de la hinchada coreando el nombre de Jose Mourinho, por bien que el técnico portugués, que se desplazó a Brighton para ver el triunfo del Middlesbrough de <strong>Karanka</strong>, había perdido ese apoyó absoluto que llegó a tener de la afición blue; con los aficionados señalando sin disimulo a quienes consideran culpables de la crisis y los jugadores ocultando de la mejor manera los nervios del momento.

Apenas necesitó seis minutos el Chelsea para adelantarse en el marcador garcias a un remate de cabeza de Ivanovic, que celebró el gol con rabia indisimulada antes de que, al cabo de poco rato, Pedro agradeciera el error de la zaga del Sunderland para marcar su primer gol después de trece partidos.

El 2-0 calmó el fútbol y tranquilizó a los jugadores, por más que de vez en cuando desde la grada se vieran tantas pancartas de apoyo, o recuerdo, a Mourinho como ataques a <strong>Cesc</strong>, señalado desde todos los ángulos, o a <strong>Diego Costa</strong> y Eden Hazard.

El belga, lesionado en Leicester, se libró de los pitos que recibieron Cesc Costa y que remitieron a partir del penalti transformado por Oscar al poco de comenzar la segunda mitad para sentenciar la victoria. Y es que aunque Borini anotó casi inmediatamente el 3-1, nunca existió la sensación de que el Sunderland pudiera poner en peligro el triunfo blue.

El primer sábado sin Mourinho vivió una nueva fiesta del Leicester, que venció a domicilio al Everton con doblete de Mahrez y otro drama en Old Trafford, donde el Norwich ganó por primera vez desde 1989 a un Manchester United al frente del cual ya nadie se atreve a asegurar la continuidad a largo plazo de Louis van Gaal.