Sobre el partido del Werder Bremen

Después de ver el partido de ayer y que fue nuestra clasificación para la siguiente ronda de la Liga de Campeones, tengo que hacer una reflexión que me viene rondando esta temporada, sobre todo desde la lesión de Samuel Eto'o. El Barça cuando tiene que jugar como el mejor equipo del mundo, lo hace. Se vio ayer durante la primera media hora, aproximadamente, hasta que se puso con 2 - 0. Todo el equipo se ponía el mono de trabajo (incluido Ronaldinho) y presionaba al equipo contrario en su campo y así asfixiaba a la defensa, recuperaba balones y los mataba a ocasiones de gol (este es el espíritu de Eto'o, el que volvía loca con la presión a la defensa contraria, que aunque los goles de éste los echamos mucho de menos, últimamente menos, lo que verdaderamente echo de menos es esta presión, que es lo que hace al Barça un equipo invencible). Pero llega un momento con el objetivo ya cumplido, que el equipo le da el balón al ontrario, se va para atrás y nos vuelven locos.

Esto sucedió en el segundo tiempo del partido, ellos cogieron el balón, el Barça se va para atrás y nos matan a ocasiones de gol (menos mal que los alemanes no estuvieron muy finos, porque no quiero ni pensar que se hubieran puesto 2 - 1).

Esto no ocurria el año pasado. El Barça dormía el partido pero con el balón en los pies y cansando y machacando al contrario a la contra. Pero yo le diria al Sr. Rijkaard, que lo de ayer no siempre sale bien (como el partido del Chelsea y el del Levante) y cuando esta competición avance y nos encontremos con rivales de más entidad que éste y con delanteros con la suerte de cara, lo del segundo tiempo de ayer es un "suicidio".

El Barça tiene que intentar jugar el máximo tiempo del partido como el de la primera media hora de ayer y así tenemos casi asegurados los éxitos de la temporada pasada. Si no, las vamos a pasar canutas, como el segundo tiempo de ayer.

Sin más se despide un gran barcelonista de Córdoba. Un saludo para todos los culés de bien.