Machín: "Me siento halagado de que me quieran renovar"

Pablo Machín celebrará este sábado el cuarto aniversario como técnico del Girona, pero todo indica que aún le quedan por cumplir muchos años más en Montilivi, ya que el club le ha ofrecido renovar un contrato que expira en verano de 2019. En una entrevista concedida al Diari de Girona, ha admitido que se siente halagado de que confien tanto en él, aunque en el fútbol puede pasar de todo.

Cabe destacar que estar 4 años en un mismo club no es lo habitual en un negocio tan imprevisible como el futbol, sobre todo en España. De hecho, actualmente en primera división solo Simeone (en el Atlético desde 2011) y Asier Garitano (en el Leganés desde 2013), lo superan en cuanto a antiguidad en un mismo club. 

Machín, ¿El Ferguson de Montilivi?

4 años que podrían ser muchos más, ya que con la permanencia asegurada mucho antes de lo esperado e incluso con la mirada puesta en Europa, el secretario técnico del Girona, Quique Cárcel, sugirió el lunes la intención de renovarle un contrato que aún tiene vigencia hasta verano de 2019.

El técnico ha asegurado en el Diari de Girona que se siente halagado por esa temprana oferta de renovación: "Eso significa que están contentos conmigo y, aunque pase el tiempo, la gente no se ha cansado del que transmito".

Pese a todo, Machín no ha querido mojarse, ya que sabe que en el futbol todo puede cambiar rápidamente: "En esto del fútbol nunca sabes hasta cuando estarás en un lugar. Los contratos son para cumplirlos pero si hay un ámbito de la vida donde son flexibles, este es el fútbol. Por las cláusulas o porque nadie quiere tener en casa alguien insatisfecho. Puede pasar de todo, también todavía es pronto para que otros clubes se planteen buscar a Machín. Ahora todo el mundo se está jugando muchas cosas en el campeonato".

La clave del éxito del Girona

Finalmente, ha explicado el cambio en el sistema de juego que han ido modelando desde que en 2014 estuvieron a punto de descender de categoria y que actualmente les está catapultando hacia el éxito: 

"En 2014 necesitábamos supervivencia y eso pasaba por no ser tan vulnerables en defensa, no encajar tantos goles. El sistema nos ha hecho fuertes y ha querido que cambiemos la forma de jugar, que los futbolistas olvidaran todo lo que habían hecho antes y se quedaran con una forma diferente de interpretar los partidos".