Historia SPORT

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El 3-6 de Hungría a Inglaterra: el 'partido del siglo' cumple 70 años

Inglaterra sufrió en noviembre de 1953 su primera derrota como local ante la potente Hungría de Puskas, Kocsis, Czibor y compañía

'The Times' lo bautizó como 'The Match of the Century': Hungría enseñó al mundo lo que era el fútbol total

Hungría goleó a Inglaterra en Wembley hace 70 años

Hungría goleó a Inglaterra en Wembley hace 70 años / -

Javier Giraldo

Javier Giraldo

A tenor de algunos titulares de prensa, 'el partido del siglo' se juega tres o cuatro veces por temporada en cualquier rincón del mundo. Pero en realidad los buenos aficionados al fútbol saben que 'partido del siglo' solo hubo uno, el que jugaron el 25 de noviembre de 1953 -hace 70 años- Inglaterra y Hungría en el estadio de Wembley ante más de 100.000 espectadores.

Los inventores del fútbol contra la selección más potente del momento: el cartel prometía. Y el partido estuvo a la altura: ganaron los húngaros por 3-6, un resultado que pasó a la historia. No tanto por la goleada en sí, sino por el cambio de paradigma que supuso. Los jugadores húngaros demostraron que los ingleses (en realidad los británicos, en general) habían perdido su jerarquía internacional. Fue la primera derrota como local de la selección inglesa.

La exhibición de Hungría desbordó todas las previsiones: los ingleses nunca habían visto nada igual. Aquel día nació el fútbol total, sublimado décadas después por los neerlandeses. El "fútbol socialista", lo llamó Gusztáv Sebes, seleccionador húngaro, porque "todos debían hacer de todo".

Nunca un partido amistoso tuvo tanto impacto en la evolución del juego. A partir de ese 3-6, a los ingleses no les quedó más remedio que replantearse sus métodos de trabajo y su estilo de juego. Inglaterra, que por diversas razones y desacuerdos con la FIFA no participó en un Mundial hasta 1950, empezó a tomar nota de lo que sucedía más allá del Canal de la Mancha.

Por aquel entonces, Hungría era sin lugar a dudas la mejor selección del mundo: oro olímpico en 1952, los 'mágicos magiares' llevaban 24 partidos sin perder y de hecho seguirían invictos hasta que en 1954 perdieron la final del Mundial -contra todo pronóstico- ante Alemania, en el llamado 'milagro de Berna'. Entre 1950 y 1956, cuando la URSS invadió Budapest y la selección quedó desmantelada, Hungría solo perdió ese partido, de los 49 que disputó.

35 disparos a puerta

Además del resultado final, un dato ilustra la superioridad de los magiares: Hungría contabilizó 35 tiros a puerta. Inglaterra, solo siete. Y eso que el equipo inglés contaba con futbolistas de mucho nivel, como Stanley Matthews, primer Balón de Oro de la historia.

O Alf Ramsey, seleccionador en el único Mundial ganado por Inglaterra (1966). Ramsey, eso sí, fue una de las grandes víctimas de aquel 3-6 porque no volvería a jugar un partido como internacional inglés. A Bill Eckersley, Harry Johnston y George Robb les sucedió lo mismo.

Los jugadores ingleses sufrieron un vendaval: los húngaros intercambiaron sus posiciones continuamente, incluso desde antes del pitido inicial porque jugaron con dorsales que no se correspondían con su posición en el campo, un gesto inédito hasta la fecha. En aquella época, cada número estaba totalmente identificado con una posición en el campo.

El primer falso 'nueve' de la historia

El húngaro Hidegkuti -media punta, y jugador injustamente olvidado por el tiempo- abrió el marcador en el primer minuto con un disparo de media distancia que entró por la escuadra. Jugó con el dorsal '9'. Hidegkuti marcaría tres goles, en una de sus mejores actuaciones como internacional húngaro: su entrenador le pidió que jugase como delantero, pero que retrasase su posición y se intercambiase con sus compañeros Puskas (dorsal '10') y Kocsis (dorsal '8') con el objetivo de desubicar a los centrales rivales.

Se convirtió así en el primer falso 'nueve' de la historia del fútbol. Los ingleses, acostumbrados a guiarse por los dorsales y a marcar hombre al hombre, se vieron totalmente superados.

"Creíamos ser los maestros y ellos los alumnos, pero fue al revés"

Bobby Robson

Los ingleses empataron en el minuto 13, gracias a un gol de Sewell a la contra. Pero el partido llegó al descanso con un marcador muy elocuente, 2-4. Por Hungría marcaron Hidegkuti (tres, en los minutos 1, 20 y 53), Puskas (24' y 27') y Bozsik (50'). Los goles de Inglaterra llevaron la firma de Sewell (13'), Mortensen (38') y Ramsey (de penalti, en el minuto 57).

Inglaterra, entrenada por Walter Winterbottom, jugó con Merrick; Ramsey, Eckersley, Wright, Johnston, Dickinson, Matthews, Taylor, Mortensen, Sewell y Robb. Los húngaron formaron con Grosics (Gellér le sustituyó en el minuto 78, fue el único cambio del partido); Buzanszky, Lorant, Lantos, Boszik, Zakarias, Budai, Kocsis, Hidegkuti, Puskas y Czibor.

Los entrenadores llamados a hacer historia en el fútbol inglés en años posteriores (Matt Busby, Don Revie o Bill Nicholson) supieron tomar nota y aplicar algunas de las ideas que los húngaros pusieron en práctica en Wembley en la tarde del 25 de noviembre de 1953.

"Creíamos ser los maestros y ellos los alumnos, pero fue al revés"

Bobby Robson, que en noviembre de 1953 tenía 20 años, no jugó aquel partido, pero lo vio desde la grada. Su resumen ejemplifica a la perfección lo que sucedió en Wembley. "Aquel partido cambió mi forma de pensar. Creíamos ser los maestros y ellos los alumnos, pero fue al revés. No conocíamos a nadie, ni siquiera a Puskas. Nos enfrentamos a marcianos. Nos aplastaron".

La prensa inglesa se rindió a la evidencia. En su portada del día siguiente, el 26 de noviembre de 1953, 'The Times' tituló 'The Match of the Century', el partido del siglo.

Solo existe una grabación en vídeo del partido, que no cubre los 90 minutos, y en la que se puede apreciar la niebla que ese día cubría buena parte del estadio de Wembley.

El partido no tardó en convertirse en un 'objeto' de culto, sobre todo para los húngaros. Se emitieron sellos conmemorativos y los carteles y banderines del encuentro fueron preciados objetos de coleccionista.

Amarga revancha

Picada en su orgullo, Inglaterra pidió la revancha, que se jugó meses después en Budapest. Concretamente, el 23 de mayo de 1954. El resultado fue aún peor. Los húngaron volvieron a masacrar a los inventores del fútbol. 7-1, con goles de Puskás (dos), Kocsis (dos), Lantos, Hidegkuti y Toth. Sigue siendo la derrota más amplia de la historia de la selección inglesa.

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