El 'mago' Catela maravilló después de picar mucha piedra

El gaditano Catela ha recogido en estos últimos meses el fruto a todo el esfuerzo y a todos los sinsabores que ha tenido que vivir para terminar triunfando en el Barça cuando en varias fases de esta temporada lo ha llegado a tener realmente complicado. La historia en la elite del internacional español empezó en 2013 cuando visitó el Palau con el Umacon Zaragoza con solo 18 años (a una semana de los 19) y ya maravilló con una técnica individual propia solo de los elegidos, aunque el físico no le terminaba de acompañar.

Después de tres notables temporadas en Santiago (2015-18), esas carencias físicas en un fútbol sala cada vez más exigente le impidieron terminar de explotar en Palma (18-20), algo que por fin logró desde 2019 en Valdepeñas muy marcado por su técnico David Ramos. Allí y sin saberlo empezó a gestarse su fichaje por el Barça. Junto a Chino formó una dupla extraordinaria que llamó la atención del fútbol sala ruso y ambos recibieron una oferta mareante del Dinamo Samara, que depositó las cláusulas en enero de 2022... justo antes de implosionar con la mala suerte de que lo hizo justo antes de que se iniciase el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

La UEFA permitió romper los contratos con los clubs rusos, pero para entonces el Dinamo Samara ya no existía y ambos quedaron en un limbo. Chino jugó en el Albacete (Segunda B) y Catela firmó por el Barça hasta 2024 en marzo del año pasado a la espera de un tránsfer que nunca llegó. El caso es que estuvo entrenándose cuatro meses. "Nunca había estado tanto tiempo parado sin partidos. Estos meses han sido muy duros. Entrenarte cada día y ver cómo tus compañeros jugaban partidos, viajaban y ganaban títulos... Solo quería que se acabasen las vacaciones para empezar a jugar con el Barça", comentaba el andaluz a SPORT en una entrevista a comienzos de esta temporada.

Sin embargo, no ha sido ni mucho menos un camino de rosas. Esos problemas físicos combinados con los ocho meses que estuvo sin jugar partidos oficiales afectaron tanto a su rendimiento que Jesús Velasco pasó a la acción. "Catela tiene un problema físico y es que está en sobrepeso. Un sobrepeso brutal, enorme. No es capaz de mantener un ritmo alto durante muchos minutos. Como jugador es un fuera de serie, pero tiene problemas físicos", comentó el toledano a comienzos de 2023.

Aquello pareció el principio del fin, pero nada más lejos de la realidad. Velasco estaba tensando la cuerda al máximo y le salió de maravilla, porque el zurdo asumió por fin el reto y se puso manos a la obra para que su magia estuviese cada vez más acompañada de un despliegue físico que le ha permitido ir ganando protagonismo hasta el punto de haberse convertido en una de las estrellas del equipo.

Catela termina la temporada con 11 goles en la liga y con jugadas para el recuerdo como el golazo del viernes en Jaén que cerró el marcador y que supuso el quinto azulgrana en los primeros nueve minutos de la segunda parte (2-5). Recorrió toda la pista y enganchó un espectacular zurdazo que batió a Henrique. Es tan diferente que su celebración enervó a la afición del Olivo Arena.

"Estoy muy contento, me hace mucha ilusión ganar mi primera liga. Sabíamos que en Jaén sería mucho más complicado que en el Palau, pero el equipo está en un gran momento, hemos acabado muy bien y cuando estamos a este nivel somos los mejores. Lo hemos conseguido sacar adelante, además estaremos en la próxima Champions y ahora, a disfrutar, que es muy bonito todo esto", explicó el azulgrana.

El gaditano tiene 28 años, firmó hasta 2024 y está en el mejor momento de su carrera. Con el Mundial de 2024 también a la vuelta de la esquina, el futuro está en sus manos. Si sigue trabajando su físico y mantiene ese compromiso, lo tiene todo para que el coordinador Jordi Torras decida renovarlo. En caso contrario, lo tendrá muy difícil. Ya ha demostrado que puede.