Mariona Caldentey, la sonrisa que hace mejor al Barça

Mariona Caldentey es la sonrisa eterna del fútbol. Incluso cuando van mal las cosas, siempre está ahí, a pesar de las lesiones y a pesar de cada capítulo oscuro que le ha tocado vivir en los últimos meses o incluso años. Una sonrisa que, cuando está en el campo, hace que su equipo sea mejor. Y, siempre, lejos de los focos.

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La 'primera' MVP del Barça

Fue la primera futbolista del FC Barcelona en llevarse, ante el Granada, el MVP que otorga, por fin, la Liga F al final de cada partido de la competición. Y eso que arrancó en el banquillo -pues era día de rotaciones- y disputó menos de media hora. Entró y besó el santo. En el primer balón que tocó anotó el cuarto gol del conjunto azulgrana, unos minutos después inició la jugada del 5-0 de Oshoala -a pase de Aitana- y asistió a la nigeriana en el 6-0.

Más allá de lo tangible -gol y asistencia en veintisiete minutos-, su entrada cambió la cara del Barça, como suele ser costumbre. Aporta ritmo -está en todos sitios, para atacar y defender-, criterio en los pases y precisión en los últimos metros. Y Jonatan Giráldez habló sobre ella al término del encuentro: "El año pasado estuvo fuera durante un tramo de la temporada, estuvo inactiva. Pero nos aporta mucho, en cuanto a goles pero, sobre todo, de asistencias".

Y es que la de Felanitx no ha tenido suerte con las lesiones en los últimos años. La temporada pasada se perdió varios partidos, primero por una lesión en el tobillo y más adelante, en febrero y marzo, por una rotura en el bíceps femoral. Y hace dos cursos encadenó tres episodios más de lesión, dos de ellas también en el bíceps femoral y una en el cuarto metatarsiano del pie.

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Pieza clave y compañera "de lujo"

En este inicio de campaña, y ya desde el Mundial, ha recuperado su mejor versión para demostrar por qué es imprescindible tanto en el Barça como en la selección. De hecho, se ha 'ganado' la titularidad en los esquemas de Jonatan Giráldez y Montse Tomé, cuando ambos suelen rotar mucho en su posición.

Sus compañeras dicen de ella que es un "lujo" tenerla en el equipo, siempre atenta y pendiente de las necesidades de cada una. "No hace falta que le digas nada cuando estás mal, siempre viene y se ofrece para ayudarte" o "su sonrisa es contagiosa, tiene la capacidad de alegrarte el día", son las frases que utilizan para definirla.

El contrato de Mariona con el Barça termina el próximo mes de junio y es una de las carpetas pendientes que la dirección deportiva azulgrana -todavía sin sustituto de Markel Zubizarreta y con Xavier Budó y Jonatan Giráldez 'al mando'- tiene abiertas, junto a las de Alexia Putellas y Mapi León, entre otras. El Barça no puede permitirse el lujo de dejarla escapar.