Festín de las campeonas en el estreno europeo

El Barça goleó al Benfica (5-0) en el inicio de su camino hacia Bilbao

Alexia y Aitana anotaron un doblete cada una y Oshoala puso la guinda con una chilena

El Barça golea al Benfica

El Barça golea al Benfica / Javi Ferrándiz

Maria Tikas

Maria Tikas

Dicen que no es cómo se empieza sino cómo se acaba. Pero qué bonito es arrancar la Champions con una exhibición y un festín de goles. Las vigentes campeonas arrancaron la defensa del título con un partido que empezó tímido y que acabó siendo una noche de gala, con dobletes de Alexia Putellas y Aitana Bonmatí y una chilena de Oshoala para poner la guinda.

Se vistió el Johan Cruyff de gala para acompañar a las vigentes campeonas de Europa en el inicio de la reconquista. Y de gala fue, como era de esperar, el once de Jonatan Giráldez, sin una Irene Paredes que se quedó en casa por un proceso vírico, con una Ingrid Engen que la suplió en el eje central de la zaga, haciendo dupla con Mapi León, y una Esmee Brugts que volvía al Johan para jugar la Champions, pero, esta vez, de azulgrana. 

Personalidad portuguesa

Había dicho Andrea Falcón -que recibió una ovación de la grada cuando el ‘speaker’ pronunció su nombre mientras cantaba la alineación del Benfica y que estuvo acompañada de los suyos en el sector de la afición rival- que la clave para competirle a las ‘reinas’ de Europa era salir sin miedo y jugando a lo suyo. No solo salieron sin miedo las de Filipa Patão sino que lo hicieron enseñando los dientes y con personalidad. Se vio el Barça sorprendido por la intensidad de las portuguesas, que buscaban en las transiciones a Jéssica Silva y robar alguna cartera con una presión alta.

Faltaba precisión en el juego combinativo por la zona ancha y tenía problemas el conjunto azulgrana justamente por esa presión asfixiante en la salida de balón. Clave fue la templanza de Mapi León, la seguridad defensiva de Engen, el papel de Ona Batlle en las ayudas. Y, cómo no, los clásicos regates de Cata Coll, con una sangre fría a la que podemos empezar a acostumbrarnos. La cancerbera balear detuvo el disparo más claro para las portuguesas, que fue de Marie Alidou. 

Un doblete de Alexia

Ya lo dice el tópico, por eso, que “el fútbol es así”. Y cuando merecía el Benfica el gol, apareció Alexia Putellas. En el primer remate del Barça, de cabeza y tras un primer intento de Graham Hansen que fue rechazado por la guardameta Lena Pauels, anotó la capitana el tanto que la convirtió en la máxima goleadora del club en la Champions. Lo celebró con un beso al escudo, por si alguien tenía alguna duda sobre su voluntad de continuar en el equipo de su vida. El Barça es Alexia y Alexia es el Barça.

Su gol cambió la cara del cuadro azulgrana, que se recompuso y volvió a mostrar una superioridad aplastante, tanto en juego como en ocasiones de peligro. Y, tras un susto por unas molestias en la rodilla operada, volvió a entrar y continuó hasta el descanso. Suyo fue también el segundo tanto del Barça, tras rematar un balón de Esmee Brugts para asegurarse de que iba dentro, aunque todas las jugadoras fueron a celebrarlo con la neerlandesa. 

Y otro de Aitana

Aitana fue la otra gran protagonista de la noche, con un golazo al filo del descanso -con clase, pausa y una definición perfecta- y otro en la reanudación. Ambos a paso de una ‘Caro’ que volvió a ser un puñal por ‘su’ banda derecha. 

Aprovechó Giráldez para reservarse efectivos para el Clásico en Montjuïc de este domingo y dar minutos a Oshoala, Pina o Vicky López. La nigeriana entró y besó el santo con un gol de chilena a pase, de nuevo, de la noruega. Dicen que no es como se empieza sino cómo se acaba. Pero qué necesario era que empezase así la Champions.