El 'via crucis' del Gavà en Segunda Catalana continuará un año más

Analizamos desde el banquillo, el palco y la grada la compleja situación de este centenario club catalán, en Segunda B no hace tanto tiempo

Tanto el técnico Jorge Sánchez como el presidente Iván Carrillo se muestran optimistas para el futuro con "un equipo en proceso de consolidación"

Jugadores del Gavà, en una imagen de esta temporada

Jugadores del Gavà, en una imagen de esta temporada

Roger Payró

No hace tanto el Gavà era uno de los equipos referencia del fútbol catalán. Habitual de la antigua Segunda B, en 2017 logró un meritorio décimo puesto. Por problemas económicos lo descendieron una categoría y seis años después milita en Segunda Catalana, donde como mínimo estará un año más al quedarse a principios de febrero sin opciones de luchar por el ascenso. Pese a esta situación, tanto club, cuerpo técnico y afición confían en poder devolver al Gavà al sitio que históricamente esta centenaria entidad ha ocupado. 

“En un primer momento el objetivo era intentar conseguir el ascenso”, reconoce Jorge Sánchez, técnico de los azulgranas. Esta es su segunda etapa, después de que en la 2020/21 se quedase muy cerca de subir a Tercera. “El Gavà me dio la posibilidad de entrenar a un equipo amateur. Esa plantilla estaba mucho más hecha y asentada, aunque nos pilló el tema covid...”, recuerda. 

Un peldaño más abajo, asumió las riendas de nuevo en noviembre de 2022 tras la salida de ‘Chiri’. Su dimisión llegó acompañada de la salida de varios jugadores, lo que llevó al equipo a perder por 0-3 ante el Vista Alegre al no contar con fichas suficientes. "Hay que ser objetivos y realistas cuando no se han dado las circunstancias idóneas. Ha habido muchos cambios de jugadores y al final no ha habido esa estabilidad que necesitábamos para conseguir objetivos importantes. Ahora el club está en un momento de cambio, intentando sentar bases muy sólidas de cara a un futuro. Yo soy optimista”, asegura Sánchez. 

Ha habido muchos cambios de jugadores y al final no ha habido esa estabilidad que necesitábamos

"Todo esto es cuestión de tiempo. El Gavà ha pasado una época mala el y ahora estamos en eso, en resurgirlo. El club confía en nosotros", asevera el preparador de Barakaldo, que a priori liderará el proyecto el próximo curso desde el banquillo. 

Iván Carrillo, ambicioso a largo plazo

Algo más arriba, en el palco de La Bòbila está Iván Carrillo. El presidente, llegado en 2018, también se muestra esperanzado y comparte la idea de que “el equipo actualmente está en un proceso de consolidación. El objetivo es subir de categoría y si puede ser en tres o cuatro años estar en Tercera Federación”. Con la creación a partir del próximo curso de la Superlliga catalana, su meta estará un poco más lejos. 

El descenso de categoría, unido a la citada salida de ‘Chiri’ dejó en cuadro a la plantilla, que se ha ido reforzando con gente “muy joven” y de la casa. "Más del 80% de la plantilla nace de la Escola de Futbol Gavà", presume Carrillo. Precisamente, recuperar la 'pedrera’ propia es uno de los objetivos marcados y que poco a poco va siendo una realidad: “Cuando asumimos la dirección no había fútbol base. Hace diez años se cedió a la Escola de Futbol Gavà. A día de hoy tenemos ya cuatro equipos y el año que viene doblaremos equipos”. 

Cuando llegué había una deuda de 1,2 millones de euros. En un año logramos bajarla a 300.000

Los cimientos, al menos, se están asentando. También en lo económico. “Cuando llegué había una deuda de 1,2 millones de euros. En un año logramos bajarlo a 300.000 aproximadamente, que es el que tiene a día de hoy con la Seguridad Social y con la Agencia Tributaria. El futuro del club está garantizado, aunque estamos plantado la semilla para que germine y la estamos regando. Hay proyectos nuevos para que el club recupere la excelencia que ha tenido siempre”, dice el máximo mandatario. 

Carrillo asegura que siente al Gavà “como un hijo”, si bien sabe que esta ‘paternidad’ no le pertenece. “Tengo claro que este hijo no es mío, es de los socios y siempre lo será. Yo ahora tengo su confianza y todo lo que hago es por la entidad”, indica el directivo, criado en el barrio barcelonés del Poble-sec pero empadronado en el Baix Llobregat desde la mayoría de edad. 

La afición ve el vaso medio lleno

Quien sí es natural de Gavà es Fran. Este abonado, de 40 años, es un habitual entre los 300 y 400 espectadores que se suelen reunir en La Bòbila según datos del club. Es una masa social notoria estando en Segunda Catalana, donde la entidad aún mantiene unos 200 socios. Entre ellos este aficionado, que rememora la época dorada del club: “Lo he visto militar en casi todas las categorías y hasta rozar el play-off de ascenso a Segunda División A”. No obstante, ahora la cruda realidad es otra. “Particularmente creo que el Gavà merece más, y es de agradecer el trabajo de la actual junta directiva. Desde que llegaron no se ha vuelto a escuchar ningún escándalo... Y la verdad, sin ellos el Gavà creo habría desaparecido”, asegura. 

Sería una decepción si se hubiera llegado al final de temporada con los mismos jugadores que se comenzó

Sí tiene algún reproche para el Ayuntamiento, al que acusa de brindar “poca ayuda, apoyo y empatía”, puesto que “ni siquiera se ha dignado a rendir homenaje al club por sus 100 años de historia”. En cuanto a lo deportivo, Fran no quiere tachar el curso de decepción, ya que “lo hubiera sido si se hubiera llegado al final de temporada con los mismos jugadores que se comenzó. Teniendo en cuenta que la gran mayoría se han ido y que casi cada semana se han ido incorporando jugadores nuevos, la verdad no se puede pedir más que salvar la temporada como se pueda y pensar en hacer una gran temporada la siguiente”

Así, la visión ya está puesta en el futuro: “Creo que, aunque aún queda camino por recorrer, se están haciendo las cosas bien, o al menos intentándolo, formando de nuevo una base que nos ayude a recuperar las categorías perdidas”. El ‘via crucis’ se prolongará seguro una campaña más. Espera toda la parroquia azulgrana que sea la última