Lucas de Vega, el 'salvador' del Barça B que no pierde la esperanza

Lucas de Vega sigue soñando con triunfar en el club de su vida, al que llegó siendo alevín procedente de la Penya Anguera. Pero el tiempo se agota, termina contrato este 30 de junio y dispone de dos ofertas importantes para cambiar de aires. El club azulgrana tiene la opción hasta finales de marzo de renovarle de manera unilateral, pero no ha movido pieza.

El pasado domingo tuvo un momento de gloria al marcar en la prolongación el empate a dos definitivo contra el Albacete. Un gol, con los azulgranas volcados, que aunque no impedía la prolongada racha de partidos consecutivos sin ganar, sí daba aire al Barça B y en especial, a Sergi Barjuan.

Los consejos de Xavi

El de Les Franqueses no ha acabado de contar con Lucas como un fijo en sus alineaciones, aunque sí ha tenido participación en casi todos los partidos. Solo se quedó sin jugar en dos, y en uno fue con Albert Capellas en el banquillo. Pero curiosamente el técnico que le ha dado más esperanzas es Xavi Hernández, cuando llegó a convocarlo con el primer equipo en un partido en Mallorca. Identificó ADN Barça en sus acciones y le pidió que siguiera trabajando y tuviera paciencia.

De Fortaleza a Barcelona

Y es que Lucas es un centrocampista muy técnico, se notan sus orígenes brasileños aunque apenas hablé el portugués, su idioma materno, pues sus padres se trasladaron a Barcelona desde Fortaleza, en el noroeste del gigante sudamericano, cuando apenas tenía un año y medio de vida. Su primer contacto con el fútbol fue curioso. Un buen día su padre se encontró en el suelo un papel que le llamó la atención: el Catalonia llamaba a futbolistas jóvenes a pasar unas pruebas. No las superó, pero muy cerca de este club, en la misma calle, había otro, la Penya Anguera, y ahí sí convenció.

Tenía seis años y a partir de la segunda temporada se salió... como delantero. Fue una época en la que se hinchó a marcar goles (su récord fueron 90) y llamó la atención del Barça. Aterrizó en el club azulgrana como alevín y hasta hoy. Fue retrasando su posición y se convirtió en un centrocampista muy talentoso y con llegada, normalmente partiendo desde el interior zurdo a pierna cambiada.

El Cartagena... y el Tottenham

Pero nunca lo ha tenido fácil. A principios de 2020 fue cedido al Cartagena, donde vivió unos meses inolvidables y se convirtió en uno de los héroes del ascenso del conjunto albinegro a Segunda División. No le pesó la responsabilidad y lanzó en la tanda de penaltis frente al Atlético Baleares. Lo transformó.

El Tottenham llamó a su puerta con una suculenta oferta, pero el club la desoyó y apostó por la continuidad del futbolista, a quien renovaron con una cláusula de rescisión de cien millones de euros. Ahora, su futuro está en el aire.

Carácter tranquilo y familiar, que se refleja en Iniesta

Lucas de Vega ha sido internacional en las categorías inferiores primero por España y después con Brasil. Pese a que no suele viajar al país donde nació, sí le hizo mucha ilusión la llamada de la 'canarinha'. Estuvo en prelistas para el Mundial sub-17 y después el sub-20 pero no pudo jugarlos, la segunda vez por una lesión.

Su referente desde muy pequeño ha sido Andrés Iniesta, del que siempre seguía sus evoluciones. Lucas es un chico tranquilo y familiar -su hermana, Carolona, también juega a fútbol-, que conserva todavía los amigos del colegio, aunque no es mucho de salir. Reservado y tímido, le gusta jugar al pádel cuando no está con un balón en los pies. Pasa las horas de ocio con la videoconsola y se imagina todavía triunfando en el Camp Nou. No pierde la esperanza.