Anne Hathaway se llevó el Oscar en su momento más crítico de salud: "Sentí mucha ansiedad y estaba muy perdida"

La trayectoria de un actor conlleva desafíos y preparaciones únicas para distintos roles, y Anne Hathaway experimentó uno de los momentos más críticos de su carrera en la búsqueda de la perfección para su papel en "Los miserables". Interpretando a Fantine, Hathaway se sumergió en una transformación física y emocional que la llevó a perder 11 kilos en solo dos semanas. Aunque este esfuerzo la catapultó hacia el éxito al ganar un Oscar en 2012, también tuvo consecuencias negativas para su salud.

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En una entrevista con Jess Cagle en su podcast "The Jess Cagle Show", Hathaway reveló que su enfoque poco saludable hacia la pérdida de peso tuvo un impacto duradero en su bienestar mental. La actriz admitió haber atravesado un período de ansiedad y confusión durante aquel tiempo, enfrentándose a problemas personales que complicaron aún más su situación.

"Perdí una cantidad para nada sana de peso en apenas dos semanas. No tenía ni idea de nutrición. Le exigí mucho a mi cuerpo y al final el que terminó pagándolo durante mucho tiempo fue mi cerebro. Sentía mucha ansiedad y estaba muy perdida por aquel entonces".

A pesar de la victoria en los premios, Hathaway confesó que no pudo disfrutar plenamente de su primer Oscar debido a las luchas internas y emocionales que experimentaba.

Esta experiencia marcó a Hathaway, quien expresó su deseo de no repetir un proceso tan desafiante en el futuro. Reconoció que perdió el control y se sintió abrumada, cometiendo errores en su juicio al subestimar el impacto que tendría en su salud. Aunque este capítulo fue un punto álgido en su carrera, también sirvió como lección valiosa sobre los límites y la importancia del equilibrio en la vida de un actor.

La experiencia de Anne Hathaway en "Los miserables" destaca como un episodio revelador en su carrera, marcado por el sacrificio personal en busca de la excelencia artística. La lucha contra los estándares de belleza de la industria cinematográfica y los desafíos físicos y emocionales subrayan las presiones a las que los actores pueden estar expuestos.