La peor racha del Espanyol

Borja Iglesias obligó a lucirse a Oblak en la jugada que pudo cambiar el partido

 Un zapatazo del 'panda' tras una gran jugada individual culminó en, también, una gran parada del portero colchonero / LALIGA

Con la derrota, la sexta consecutiva en LaLiga, en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid, el equipo blanquiazul iguala su peor racha histórica en la competición liguera. La última vez fue en la temporada 2003/2004 con Javier Clemente en el banquillo.

En cuatro ocasiones, además de ahora, el Espanyol ha encadenado en una misma temporada seis derrotas seguidas y, excepto en la campaña 1990/1991 con Luis Aragonés al frente del primer equipo blanquiazul, se produjo la destitución del entrenador.

Dicho esto nada hace pensar que el puesto de Rubi esté en peligro ya que cuenta con el apoyo incondicional de Óscar Perarnau, que fue su  principal avalador para acceder al cargo; aunque el equipo está obligado a acabar con esta dinámica lo antes posible para no desatar más inquietud en una afición que empieza a estar un tanto ‘mosca’. Y aún tiene crédito tras su espectacular arranque de competición.

los precedentes

La primera vez que el Espanyol sumó seis derrotas consecutivas fue en la 1945/1946, desde la jornada 10 a la 15. Esa temporada el equipo tuvo dos entrenadores:Baltazar Albéniz y Crisento Bosch.

La segunda campaña fue la de Luis Aragonés, desde las jornadas 15 a la 20 en la temporada 90/91. El técnico de Hortaleza, con Julio Pardo al frente de la presidencia del Espanyol, concluyó la temporada. No hubo cambio de entrenador.

No hubo que esperar mucho, a la siguiente temporada, para que se volviese a cosechar seis derrotas consecutivas, entre las jornadas 33 a la 38. Hubo dos entrenadores:Novoa y Juanjo Díaz.

El último precedente lo encontramos en la campaña 2003/2004. El equipo de Javier Clemente cayó ante el Villarreal (1-2), Valladolid (3-1), Málaga (1-2), Real Madrid (2-1), Valencia (4-0) y Celta (0-4). El técnico de Barakaldo fue cesado y acabó la temporada Luis Fernández.

El equipo de Rubi ha dado muestras de mejoría, sin duda; pero el 4 de enero no puede fallar más para no hacer más grande la herida. Es obligado vencer al Leganés.