Un Espanyol de andar por casa

Fernando Baquero

Aunque David López aseguró tras la derrota en Mendizorroza que “no nos preocupa no haber ganado todavía fuera de casa”, lo cierto es que la trayectoria del Espanyol lejos de Cornellà es preocupante.

Después de seis salidas, el balance del equipo de Quique Sánchez Flores arroja un saldo muy negativo, sobre todo para un equipo que se colocó en la parrilla de salida con aspiraciones europeas.

Tres empates y tres derrotas sitúan a la escuadra blanquiazul en el vagón de cola en la clasificación que contabiliza solo los partidos jugados fuera de casa. Sólo el Málaga, que aún no ha puntuado lejos de La Rosaleda, ofrece peor balance.

La pasada temporada, el Espanyol sumó 11 puntos en sus primeras seis salidas ligueras, en un claro contraste con los tres que ha sumado ahora. Incluso ha sido incapaz de ganar a un Segunda División (0-0 en Tenerife) en su estreno en la Copa.

El balance goleador tampoco permite tirar cohetes. Sólo dos goles, ambos de Baptistao ha sido capaz de anotar el equipo blanquiazul. En su descargo, hay que decir que las plazas que ha tenido que visitar hasta ahora no son fáciles para nadie. Sánchez Pizjuán, Camp Nou, La Cerámica, Bernabéu y Anoeta son escenarios donde es difícil arañar puntos. 

Sólo la última derrota –en Mendizorroza y ante el que entonces era el colista– invita a preguntarse si esta dinámica negativa es lo suficientemente grave para dar la voz de alarma. 

Sus próximas salida, a Eibar y Las Palmas parecen puestas acertadamente en el calendario para poner fin a esta mala racha.