Bajan aguas revueltas en el piragüismo español

En los próximos días el seleccionador español Miguel García dará a conocer los cuatro nombres que participarán en el K4 500 en los Juegos Olímpicos de Tokio de entre lo seis mejores palistas que optan a ello. Hasta aquí todo sería normal excepto el disgusto que tendrían los dos descartados.

Pero el lío que existe actualmente en el equipo español es monumental, tanto que incluso ha habido amenaza de demanda, acusación de manipulación de los selectivos, grabaciones secretas... un culebrón de aúpa.

La conclusión es que Carlos Garrote acusó a sus ‘compañeros’ de provocar en el selectivo que tanto él como Cristian Toro se quedaran fuera de los Juegos manipulando sus fuerzas en el selectivo donde ellos participaban.

Grabó sin consentimiento varias conversaciones entre el seleccionador y Saül Craviotto y otros miembros del equipo que además no demostraban nada. Estos ya le han avisado de que podrían demandarle por ello.

Tanto Garrote como Toro decidieron no presentarse a los últimos selectivos, reprogramados tras sus quejas, apelando a sendas bajas médicas. Pero todo apunta a que se ‘borraron’ en la que se trata de una maniobra más para acusar de manipulación al resto. 

El peor tiempo con Garrote y Toro en la embarcación

Con ellos en la embarcación fue cuando se registró el peor tiempo así que la lógica dice que los seleccionados serán Craviotto, abanderado en Tokio, Carlos Arévalo, ganador de los selectivos de K1 200 Marcus Cooper y Rodrigo Germade -especialistas en distancias más largas-, y se quedarán fuera Garrote y Toro, quienes han incendiado el piragüismo español. ¿Se acabará con ella el lío? ¿O no?.