El Chelsea castiga a un Oporto con poca puntería

Los dragones fueron incluso superiores al conjunto de Tuchel que tiró de oficio para acariciar las semifinales

Mason Mount en el primer tiro 'blue' y Chilwell tras un error de Corona sellaron el triunfo de los londinenses

El Chelsea encarrila su pase a 'semis' ante el Porto

El Chelsea pone mucha tierra de por medio en la eliminatoria tras vencer por 0-2 a un Porto que no mostró la garra exhibida en anteriores ocasiones de esta Champions League / MEDIAPRO

Arnau Montserrat

El castigo que se llevó el Oporto del Sánchez Pizjuán fue de los severos. Sin ver el partido, un 0-2 para el Chelsea sería algo normal pero el partido nada tuvo que ver con el resultado final. Decepcionante desenlace para los dragones que merecieron ya no solo empatar, sino como mínimo un gol que les diera vida en la eliminatoria. Triunfo de oficio para los de Tuchel que sí tenían la pólvora a punto. Lo poco que generaron lo marcaron. Por eso eran los favoritos, aunque sobre el verde no lo pareció.

Oporto-Chelsea

Champions League

0
2
Alineaciones
Oporto
Marchesín; Manafá (Conceiçao 83'), Mbemba, Pepe, Sanusi; Corona, Grujic, Uribe, Otávio (Toni Martínez 83'); Marega (Vieira 83'), Díaz.
Chelsea
Mendy; James (Thiago Silva 80'), Azpilicueta, Christensen, Rüdiger, Chilwell; Kovacic (Emerson 90'), Jorginho, Mason Mount (Kanté 80'), Werner (Pulisic 65'); Havertz (Giroud 65').

Que la primera mitad terminara 0-1 para el Chelsea explica muy bien lo que es la Champions. A veces ya puedes estar pasando por encima de un equipo que lo importante es que la pelotita cruce la línea de gol. El resto, a doble partido, poco importa. El Oporto, con el cartel de cenicienta colgado desde que pasó la fase de grupos, parecía el favorito de la eliminatoria en los primeros 45 minutos. Las tuvo de todos los colores pero se fueron al asueto uno abajo. El fútbol no es un deporte justo.

Salió el Chelsea en modo mandón pero poco le duró. Apenas un centro que se paseó por el área chica de Marchesín. Se activaron entonces los dragones. Entre el Tecatito y Otávio movían a los de Sérgio Conceiçao que tenían en su poder aéreo la mejor arma. Corona tuvo un primer aperitivo con una doble finta que terminó en las manos de Mendy y Azpilicueta actuó de salvavidas con un tiro de Días.

La tuvo Uribe instantes después con una volea desde el balcón del área que tocó la red superior de la portería de un Chelsea que se iba haciendo pequeño. Si entra el tiro del centrocampista del Oporto era uno de los goles del año. Los minutos pasaban y los portugueses estaban como en Do Dragao, en casa en el Pizjuán.

Mount y la no justicia

Otávio con un intento de gol olímpico que no entró de milagro y Sanusi que mandó al limbo el rechace volvieron a avisar a un Chelsea que no esperaba un Oporto tan agresivo, tan atrevido. Pero los 'blues' fueron capaces de hacer lo que la Juventus no supo. Resistir. Mantuvo el 0-0 en el marcador, pasó el vendaval y lo que llegó fue el tanto de los londinenses en el primer disparo de toda la primera mitad.

Jorginho rompió dos línea de golpe con un pase que hizo todavía mejor el control de Mason Mount. Ruleta para dejar sentada a la marca y latigazo con la diestra para cruzarla lo suficiente como para que el pie de Marchesín se quedara corto. Si eran favoritos era por cosas como esta. La capacidad de decidir con poco. Marca de la casa de Tuchel. No se arrugó el Oporto que siguió buscando el empate hasta el final del primer tiempo.

Merecía el empate el Oporto

La tónica de la segunda mitad cambió entre poco y muy poco. El Chelsea tuvo un remate de cabeza de Werner a los pocos segundos del reinicio pero los de Conceiçao volvieron a encerrar a los 'blues'. Pudo empatar Marega con un mano a mano algo escorado con Mendy que se llevó el portero francés con un buen pie. Pero para claro el tiro de Luis Díaz. La rosca endiablada se fue cerrando y la estirada de Mendy hubiera sido estéril si el cuero va a puerta. No impactó con la madera por milímetros. Afirmar que el Oporto merecía el gol era una evidencia catedralicia.

Pero el Chelsea aprendió de los errores de la primera mitad. Empezaron a recuperar terreno y a aprovechar que las piernas de los dragones ya no estaban tan frescas como la primera mitad. Azpilicueta tuvo la sentencia con un remate de cabeza dentro de la pequeña que inexplicablemente mandó lejos de la portería de Marchesín.

Reclamaron dos penaltis los portugueses. El primero era fuera del área, un pisotón de James, el otro un medio piscinazo de Marega que notó las manos de Azpilicueta en la espalda y se fue al suelo. Cuando pegó el bajón el Oporto castigó el Chelsea. Un error imperdonable en la salida de balón del Tecatito Corona regaló el cuero a un Chilwell que saltó la salida de Marchesín y marcó el segundo a puerta vacía.

Las caras de decepción entre los jugadores del Oporto era latente. Dejaron escapar una oportunidad de oro de salir con mucha más vida que la que se llevan para el partido de vuelta. El Chelsea tiene mucha cara de semifinalista.