Un castillo que puede derrumbarse

El Manchester City se convirtió la pasada temporada en el primer club que gana los cuatro títulos que se disputan en Inglaterra, la Premier League, la FA Cup, la Carabao Cup y la Community Shield, pero la gran obsesión del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan desde que en 2011 compró el club es la Champions League.

El dueño del City ha gastado en fichajes casi 1.400 millones durante todo este tiempo, 560 de ellos las tres últimas temporadas, en las que Pep Guardiola ha estado al frente del equipo. Una fuerte inversión enfocada a levantar el preciado cetro europeo.

Con la sanción sin jugar dos años en Europa que le ha impuesto la UEFA, el proyecto citizen puede derrumbarse como un castillo de naipes. El golpe puede ser muy duro y amenaza con dinamitar las ambiciones del jeque.

En el mejor de los escenarios, siempre y cuando el recurso del City no prospere, el club de Manchester quedaría sin opción de ganar la Champions League los dos próximos cursos, pero es que las consecuencias de la sanción pueden ser demoledoras.

La ausencia en la máxima competición europea hará muy difícil retener a las principales figuras del equipo, empezando por el que ocupa el banquillo.

Pep Guardiola tiene muy claro que fue contratado para ganar la Champions League, tal y como ha reconocido recientemente, y su futuro quedaría en el aire, máxime teniendo en cuenta los cantos de sirena que la Juventus le está haciendo llegar desde el pasado verano.

Y si no va a ser fácil retener al técnico y a los mejores futbolistas, aún será más difícil seducir a nuevos fichajes. Guardiola siempre se había quejado que era muy difícil competir con equipos como Barça o Madrid, así que sin la opción de la Champions League, el mercado se complica.

Todo ello sin olvidar el golpe económico que supone dejar de percibir los suculentos ingresos que genera la máxima competición continental, empezando por los premios que otorga la UEFA hasta los derechos televisivos, pasando por contratos publicitarios.

El Manchester City estaba compitiendo con el PSG por ser el nuevo transatlántico futbolístico de Europa. Esta sanción puede frenar en seco la progresión que había mantenido las últimas temporadas, una progresión que le situaba como un serio candidato a conquistar la 'Orejona'.