El Bayern arrolla al Kiev a medio gas

Sin el Barça que le pueda discutir el liderato al Bayern, los de Nagelsmann ya tienen pie y medio en octavos y a ver quién le discute la primera plaza. Otra goleada, otro vez el rodillo de paseo con golazos para enmarcar, con un Lewandowski que sumó un doblete y con un equipo que si no es el favorito, cerca está de serlo.

Bayern-Dinamo

Champions League

BAY

5

0

DIN

Alineaciones

Bayern
Neuer; Süle, Upamecano, Lucas, Davies (Pavard 69'); Gnabry (Musiala 69'), Kimmich, Goretzka (Sabitzer 80'), Sané (Sarr 79'); Müller; Lewandowski (Choupo-Moting 79').

Dinamo Kiev
Bushchan; Tymchyk (Kedziora 46'), Zabarnyi, Shabanov, Mykolenko; Tsygankov (Karavaev 70'), Shaparenko (Shepeliev 46'), Sydorchuk, Andriyevskiy, De Pena; Garmash (Supryaga 70').

Goles

1-0 M.12 Lewandowski (p.); 2-0 M.27 Lewnadowski; 3-0 M.68 Gnabry; 4-0 M.74 Sané, 5-0 M.87 Choupo-Moting.

Árbitro

Marco Guida (Italia). T.A.: Tymchyk (37')

Incidencias

Allianz Arena.

Ante el colista de la Bundesliga el Bayern desplegó solo la mitad de su potencial. Ante el Dinamo, quizás subieron una marcha pero tampoco necesitaron un gran despliegue para pasar por encima del conjunto ucraniano. Fácil se les puso el partido a los diez minutos de encuentro al conjunto de Nagelsmann que vieron como un agarrón dentro del área terminaba con el gol de Lewandowski de penalti.

El polaco estaba picado. Se le veía con ganas de sumar un carro de goles en su cuenta tras quedarse a cero el pasado fin de semana, rompiendo una racha de 19 partidos seguidos marcando con el Bayern. La sociedad con Müller será eterna y el alemán le puso un caramelo en forma de mano a mano que evidentemente no falló el polaco. Cuatro goles en dos partidos.

Con 2-0 y el partido resuelto, el conjunto bávaro se relajó tanto que incluso el Kiev tuvo la oportunidad de recortar distancias antes del descanso. Un contragolpe perfectamente ejecutado por el conjunto de Lucescu. Solo tuvo un pero. El tiro de De Pena lo sacó Neuer con una parada sublime.

El Bayern jugó con el marcador y el Kiev tampoco se hubiera ido disgustado con dos goles en contra en el luminoso. Pero los bávaros son una máquina. Siempre inconformistas, siempre con ganas de más. De un pelotazo de Süle nació el tercero con una carrera espectacular de Gnabry que la adornó con una definición imparable. Travesaño y para dentro.

Pero el gol de la noche lo anotó Sané. Sin querer, pero lo marcó. Leroy levantó la cabeza, quiso poner un centro y tiró a puerta. Nadie se lo esperaba. Ni él mismo cuando vio que el cuero entraba. Choupo-Moting apuntaló con la manita en el tramo final. Seis puntos de seis. En Múnich no hay sorpresas. Y para el bien del Barça, que tampoco pasen en los dos partidos ante el Benfica.