Así vivió Laporta la eliminación del Barça contra el PSG

La eliminación del FC Barcelona contra el Paris Saint-Germain fue muy dolorosa para todo el barcelonismo. El 2-3 de la ida en París había hecho aumentar las esperanzas de clasificación, pero en Montjuïc el cuadro azulgrana fue goleado (1-4) y se quedó sin sueño europeo. Joan Laporta vive con pasión todos los partidos del Barça y el de cuartos de final contra los parisinos no fue una excepción.

'Caso Gündogan': así lo vive el vestuario del Barça

En La Posesión de este jueves hemos explicado la reacción del presidente azulgrana tras la eliminación europea, cómo fueron los momentos posteriores, en las mismas entrañas del Estadi Olímpic de Montjuïc, de Joan Laporta.

Fuentes cercanas al dirigente explican que le vieron tranquilo. Esta vez no voló ningún canapé (como ocurrió hace unas semanas tras un empate contra el Granada), pues Laporta no estaba enfadado.

Quienes estuvieron cerca de él, sí que le vieron resignado y decepcionado. Estas fueron sus sensaciones en los momentos posteriores a la derrotada encajada ante el PSG.

Esperaba algo más con balón

El presidente piensa que la tarjeta roja mostrada a Ronald Araujo, evidentemente, condicionó el partido, pero también cree que el equipo, sobre todo con balón en la primera media hora, y pese a controlar en zona defensiva y avanzarse en el marcador, no dio el nivel futbolístico exigible que pedía el partido. Con 11 contra 11, esperaba algo más en las acciones con balón.

Joan Laporta no tuvo nada que reprocharle a los jugadores. Y con Xavi todo fue también muy normal. El presidente azulgrana mantuvo su cita habitual con el técnico barcelonista, un encuentro breve y una conversación que transcurrió con tintes de total normalidad.

Desechó ir a tomar algo con Jorge Mendes

Pero en contra de lo que suele suceder, que acostumbra a quedarse un ratito más por el estadio, esta vez Laporta tenía ganas de irse rápido a su domicilio. Incluso le esperaba el superagente Jorge Mendes, con el que mantiene una muy buena relación, para ir a tomar algo tras el partido, pero acabó desechando esa opción y se marchó a su casa. No estaba de humor.