Vitor Roque es el socio ideal para 'Lewa'

El Barça necesita un ‘9’ para la próxima temporada que haga de complemento de Robert Lewandowski, que, seguirá siendo la piedra angular del ataque blaugrana.

Por mucho que Aubameyang esté loco por regresar al Camp Nou, su salida en verano, así como la de Memphis Depay en enero, escenificaron la dificultad que entraña vivir a la sombra de uno de los mejores delanteros del fútbol mundial.

Y lo que para unos es un hastío para otros es una oportunidad única de aprender y crecer. Este es el caso de Vitor Roque, el ‘9’ del Ath. Paranaense que la secretaría técnica ve con potencial para convertirse en el ‘Luis Suárez brasileño’ y que ha hecho un Sudamericano Sub-20 soberbio, en el que ha conquistado un título que se le resistía a Brasil desde 2011 cuando lo ganó Neymar Jr., y ha terminado como artillero. A las puertas de cumplir los 18 (lo hará el próximo día 28), ‘Tigrinho’, que fue el jugador revelación en su debut en la Copa Libertadores, va para figura.

El Barcelona no fue a por Endrick, el ‘menino prodígio’ del Palmeiras que se comprometió en diciembre por el Real Madrid por 35 millones de euros más variables, porque su incorporación solo podría ser efectiva en el verano del 2024. 

Ahora tendrá que invertir unos 30 millones de euros por Vitor Roque, en lo que puede interpretarse como el inicio de la búsqueda de un relevo generacional a ‘Lewa’, que dará los últimos mejores años de su carrera al Barça.

Es una inversión necesaria en unos momentos financieros complicados, pero que puede acabar siendo una solución barata a la larga, porque la pregunta es: cuándo el ariete polaco se marchite, el Barça, que habrá pagado como mínimo una temporada de penitencia en el estadio de Montjüic, tendrá el suficiente músculo financiero para lanzarse al mercado y buscar un ‘9’ de primera línea mundial, lo que significará más de 100 millones de euros de traspaso más una ficha de primer orden. Ojalá que sí, pero, siendo realistas, se antoja como muy complicado.

La vía de pulir en casa a un ‘9’, del que la secretaría técnica maneja informes muy positivos, puede ser la solución deportiva y financiera ideal. Y, en este Barça, el llegar con 18 años no penaliza viendo el rendimiento que están dando Balde, Pedri o Gavi. Esto es cruyffismo puro, hay que creer en los ‘niños’. Porque si el Barça fue eliminado de la Champions no fue por los jóvenes sino por los fallos individuales el día del Inter de Milán de dos ‘vacas sagradas’ como Gerard Piqué (tenía entonces 35 años) y Sergio Busquets (con 34).