Historia SPORT

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Unionistas de Salamanca es más que un club

Roberto Pescador, su presidente, atiende a SPORT para hablar de un club singular

Fundado en 2013, está gestionado por sus socios y blindado contra las SAD

Cientos de personas hacen cola para conseguir entradas para el Unionistas-FC Barcelona

Cientos de personas hacen cola para conseguir entradas para el Unionistas-FC Barcelona / UdS

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

En un momento en el que el debate sobre el modelo de propiedad (y gestión) del Barça está más vivo que nunca, la entidad blaugrana visita un club, en ese sentido, muy singular, Unionistas de Salamanca, que, en palabras de su presidente, Roberto Pescador: “Uno de los principales motivos de nuestra existencia es ser un homenaje a la Unión Deportiva Salamanca”, fundada en 1923 y disuelta por resolución judicial a causa de sus deudas con la Seguridad Social y el Banco de Castilla en junio de 2013. 

El dirigente, en conversación con SPORT, explica que vivió de muy cerca aquel momento: “Lo peor que te puede pasar como aficionado al fútbol es que tu club desaparezca”, recuerda con tristeza. Todo lo que hoy es y significa para su gente Unionistas es herencia de aquella traumática disolución, que se acabó produciendo porque no hubo más remedio pese a intentar salvar la entidad de todas las formas posibles. Pescador lo define así: “Queríamos tanto a la UD que había que hacerlo diferente”. 

Roberto Pescador, presidente de Unionistas de Salamanca

Roberto Pescador, presidente de Unionistas de Salamanca / RFEF

Hubo muchos intentos de salvar a la entidad charra, pero no hubo manera: “Nos quedamos sin club, pero teníamos la estructura y nos propusimos hacer un club nuevo con identidad propia”, una identidad que no podría entenderse sin el trauma que supuso la desaparición de la UD Salamanca. “No queríamos que volviera a pasar y lo blindamos para que así fuera”, asegura el presidente de Unionistas.

¿Cómo lo hicieron? “Los socios y aficionados de Unionistas son los dueños del club y eso significa mucho porque lo sienten suyo”, explica Pescador, consciente de que “si lo reducimos a la mínima expresión, no es diferente de Barça y Real Madrid”. En su caso, sin embargo, no existen los socios compromisarios y todos los socios cuentan por igual: “Un socio, un voto”, apunta el dirigente. Obviamente, para que el club pueda ser operativo y no sea totalmente asambleario, funciona con una junta directiva, “pero tenemos unas dos asambleas anuales, por lo menos dos y, en ocasiones, más si hay cosas urgentes”. 

Una de las exigencias impuestas de forma estatutaria es la deuda cero, precisamente para que nunca vuelva a ocurrir lo que pasó con la UD Salamanca: “Eso nos diferencia de todo el mundo. Solo gastamos lo que tenemos y no podemos pasarnos porque si hay deuda la tienen que cubrir los directivos con su patrimonio personal”. Las elecciones son cada tres años, también vía unos estatutos que cuentan con “salvaguardas para evitar que venga alguien a apropiarse del club”. En el texto con el que rige su presente y futuro la entidad hay artículos que solo pueden modificarse con el cien por cien de los votos. Por ejemplo, que nunca se llamará Unión Deportiva Salamanca o tener lo mismos colores que Unión. Por supuesto, Roberto Pescador y su junta directiva no cobran absolutamente nada.

La cola para comparar una entrada del Unionistas - Barça de la Copa

La cola para comparar una entrada del Unionistas - Barça de la Copa / @UnionistasCF

Para entender qué es Unionistas para su gente, Pescador explica lo ocurrido nada más fundarse la entidad: “Estamos en Primera RFEF, pero el primer año no competimos porque nacemos en agosto. Aún así, sacamos la campaña de socios, esperábamos tener unos 500 y en diciembre ya éramos casi 2.500”. A partir de ahí, todo va rodado hasta, diez años después, poder certificar una estabilidad que permite a Unionistas soñar con cotas mucho más altas. Todo ello sin tirar la casa por la ventana porque son el presupuesto más bajo de la Primera RFEF, con 1,5 millones de euros, 500.000 ellos para el primer equipo

“No todo es el dinero y nuestra ambición es el fútbol profesional”, asegura Roberto Pescador, que no elude la dificultad que ello supone, pero al que nadie le va a quitar ni a él ni al resto de propietarios del club la ilusión. Si algún día logran su objetivo, tiene muy claro que el modelo y a gestión seguirán siendo igual: “La realidad, se ha demostrado a lo largo de la historia, es que las sociedades anónimas deportivas no arreglan el problema que tienen los clubs con el dinero, sino que muchas veces lo agravan. De tal manera que es mucho más sencillo dejar caer a la entidad y liquidarla. Las SAD lo único que han hecho es quitarle el fútbol a los aficionados”.  

Unionistas Salamanca recibe al Barça el jueves en un Reina Sofía que estará lleno hasta la bandera y que tiene capacidad para casi 5.000 espectadores, pero que alcanzará los 5.700 gracias a dos gradas supletorias que ya se usaron ante el Villarreal. Para una entidad con diez años de historia que nació de la nada y que un día soñó en grande, eliminar al Barça es una realidad basada en una cuestión de fe, como el propio club.