Tres puntos de sutura: LaLiga ya duele menos

Pedri: ''Por mí hubiese seguido corriendo para el equipo y trabajando''

Pedri: ''Por mí hubiese seguido corriendo para el equipo y trabajando'' / MOVISTAR

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hay que ver cómo juega Pedri. Es emocionante ver como un chico de 18 años interpreta tan bien el fútbol. Hay jugadores que se esfuerzan mucho en hacerse notar, otros son pacientes y esperan que el juego fluya con naturalidad. 

Pedri es de ese segundo grupo de futbolistas: los no ansiosos. Los que no hablan mucho pero hacen mejor al compañero. Los que producen esa engañosa impresión de hacer las cosas sin esfuerzo. Los que hacen que el fútbol parezca sencillo. 

Koeman le dio la mediapunta y el canario hizo mejor a un Barça que ganó y no dimite de LaLiga. Su fútbol ordenó al equipo, le dio un sentido y animó a Messi.

No hace falta preguntarle qué piensa de Pedri. El argentino nunca ha sido sutil en el campo con sus opiniones. Si estás en su radio de pases has superado su particular escrutinio. Y ante la Real no se cansó de buscar al canario, que fue luz para el Barça en cada acción. 

También cambió su lenguaje corporal. Messi fue el primero en espolear a sus compañeros cuando el partido estaba cuesta arriba. Cuando iba por detrás en el marcador o cuando sus compañeros desaprovecharon varias ocasiones. 

Necesitaba el Barça esta versión enchufada del argentino. Y se notó ante una Real incómoda. 

Un Barça más comprometido

Los azulgrana apretaron en la presión, con Braithwaite y Griezmann por fuera, y le dieron ritmo al juego jugando a un toque. 

Koeman insistió con esa idea de que Busquets y De Jong jueguen a una altura distinta. Y el holandés sigue creciendo desde ahí. Participando en la base del juego, pero sobre todo descolgándose con su buena llegada.

Ante la Real marcó y jugó con ambición. Sin miedo al error y tratando de de ser protagonista. Lo que se le pide, lo mínimo que se espera  de ese jugador que dominó la Champions con el Ajax.

Otra de las buenas noticias fue el comportamiento de Mingueza. Sin ser uno de esos centrales que entran por los ojos, no hay duda de que tiene personalidad.

Ya en su debut dejó claro que en lo mental estaba preparado jugando con seguridad y determinación. Igual que ante la Real, donde estuvo vivo y resolutivo. Nadie echó de menos a Lenglet, que hacía días que pedía descanso.

Lo mismo que Coutinho, que desde que volvió a la banda izquierda no estaba sumando y se quedó de entrada en el banquillo. En su banda jugó Braithwaite, que a base de trabajo y fe se ha ganado la confianza de Koeman.

No debería sorprender tanto.En un Barça que sufre en el repliegue, que necesita recuperar la presión y donde la mayoría la quieren al pie, es una ayuda valiosa para el equipo. 

No marcó pero fue un facilitador para el equipo. También Griezmann, que tuvo el día torcido en el remate, pero fue muy generoso en el trabajo defensivo. A unos primeros 45 minutos esperanzadores, con los mejores momentos del Barça en semanas, le siguió una segunda mitad desconcertante.

O quizás no tanto viendo la clasificación. Tras el descanso la Real sí pareció uno de los líderes y el Barça un equipo con problemas. Defendió con uñas los goles de Alba y De Jong. Pero fue Pedri el que salvó al equipo corrigiendo un error de Mingueza y golpeándose con el palo.

Solo fue un susto  y aguantó el Barça como pudo. Sin el balón, y con un milagro de Ter Stegen, pero mirando por fin la clasificación a la cara tras ganar al líder