Rodolf Borrell: "Piqué, Cesc y Messi ya eran unos líderes con trece años"

Se suele decir que aquella generación entrenaba los domingos y competía entre semana, cuando les tocaba verse las caras en los entrenamientos

Iván San Antonio

Rodolf Borrell pidió, expresamente, que su equipo jugase contra cadetes, jugadores con uno o dos años más que los niños a los que él entrenaba. Fue en un torneo de Semana Santa en Portugal y allí se presentó el infantil A del Barça, el que entrenaba los domingos y competía entre semana. “No era una vacilada, simplemente quería que sintieran la competición y con los de su edad era imposible”, recuerda Borrell. El equipo perdió el torneo ante equipos como el Oporto o el Benfica.

Rodolf Borrell estuvo 14 años como entrenador desde el alevín B al juvenil B. Hace dos años decidió acompañar al también técnico blaugrana Pep Segura a Liverpool. La próxima temporada dirigirá al Reserves, después de dos años en el sub 18, que correspondería al juvenil A blaugrana. Y piensa que si el Barça logra unir a Messi, Piqué y Cesc habrá pocos equipos capaces de batirles. Más allá de su calidad y su juventud, los tres son, a su manera, líderes que se complementan. “Gerard era la hostia.

Aquel año iba con un tablero de ajedrez electrónico, todo el día jugando contra la máquina. Me pidió que jugase contra él. No sabía que se me daba bien y le gané, una y otra vez, porque era tan competitivo que nunca se cansaba de intentarlo”, relata Borrell, que le define como un “líder verbal que dirige el equipo desde el juego, pero también con el dote de mando que posee”. El central imponía su ley desde la defensa, donde ejercía de único cierre porque entonces se jugaba un 3-4-3. Cesc y Messi, en cambio, se parecían mucho más entre ellos que a su compañero. Por su forma de ser, ambos eran dos niños más bien introvertidos, así que su liderazgo se presentaba de otras formas, no tanto con la voz, sino con el juego. Rodolf Borrell lo expone bien: “Cuando Cesc atraviesa la línea se transforma. No tiene lo que yo llamo `sentido de la presión¿. Esa es una de sus grandes virtudes. Hay jugadores que desde pequeños se la suda jugar con 10, 100, 10.000 ó 100.000 espectadores. Eso se tiene o no se tiene, pero no se puede entrenar”.

El técnico es consciente que tanto él como Messi han cambiado mucho desde que les dirigió, pero lo han hecho más fuera del campo que dentro: “A base de dar entrevistas, de ser capitán en el Arsenal en el caso de Cesc, han ganado con los años seguridad, pero eran introvertidos, tímidos, pero, como decía, son gente que cuando atraviesa la línea se transforman”. La manera que tienen de hacerse respetar es el fútbol: “Dentro del campo, a través del juego, por la capacidad de dirigir el equipo innato. Cuando tu juegas en un equipo y tiene el nivel de fiabilidad tan alto, los compañeros te respetan, tienes una consideración dentro del grupo. Ni Cesc ni Leo fallaban nunca”, sentencia.

Aquel equipo ganó la Liga en la jornada número 23, a siete jornadas para el final. Le endosó 0-8 en su campo al Vilobí, en el que jugaba Marc Crosas ¿al año siguiente ficharía por el Barça¿, que acabó tercero. Arrasaban por dónde pasaban. Era un equipo alegre con tres líderes que pueden acabar juntos de nuevo. Tres formas diferentes de serlo. Messi, Piqué y Cesc nacieron en 1987 y pueden unirse en el Camp Nou con 24 años, la edad perfecta para seguir liándola como lo hacían entonces. “Cesc entrenó por primera vez con el Barça el 11 de noviembre de 1997, en agosto de 2011, catorce años más tarde, podrá volver a unirse a sus ex compañeros. Esta vez será en el Camp Nou.