Más presión para Dembélé

Pasan los días y Ousmane Dembélé sigue sin estampar su firma de renovación con el Barça. El contrato del extremo francés expira el próximo 30 de junio y el tiempo corre en contra de un club blaugrana que, cuatro años después de pagar más de 100 millones de euros en su particular búsqueda de un relevo de garantías de Neymar Jr, empieza a ver en el exatacante del Borussia Dortmund un futbolista diferencial en el que basar su estrategia ofensiva. En el Ciutat de València, pese a protagonizar una actuación repleta de malas decisiones, ‘Dembouz’ realizó una asistencia decisiva para remarcar una vez más que el proyecto de Xavi Hernández no se puede permitir el lujo de perder un futbolista como él sin recibir nada a cambio.

La semana pasada, el Barça dio un paso importante para retomar las negociaciones. Alemany viajó a Marruecos para limar asperezas con Moussa Sissoko, representante del ‘7’. El encuentro no sirvió para desencallar una situación que no es agradable para ninguna de las partes, pero el director de fútbol de la entidad culé y el agente se dieron un tiempo de margen para flexibilizar sus posturas. Por un lado, el club necesita que Ousmane rebaje sus aspiraciones económicas (tanto salarialmente como a nivel de comisiones); por el otro, el futbolista quiere notar que su impacto futbolístico se traduce en una propuesta atractiva entre cantidades fijas y variables. En este sentido, Mateu está obligado a encontrar fórmulas imaginativas si desea lograr el ‘sí’ del francés en un contexto financiero enrevesado.

Dembélé, el jugador del Barça que participa en más goles

En principio, la próxima cumbre no debería prolongarse demasiado en el tiempo. Xavi ha construido un Barça competitivo gracias, en gran medida, a que ha instaurado un clima apacible, placentero, en el Camp Nou. La pieza de Dembélé es el único fragmento del rompecabezas blaugrana que chirría. Y no precisamente en el terreno deportivo, pues el extremo ha dado la vuelta a la tortilla en un tiempo récord, ha vencido su duelo particular con Adama Traoré y ha cambiado los pitos de la afición culé por aplausos y ovaciones. El fútbol, sin embargo, es efímero y va muy rápido. Si la renovación no se desbloquea, los reproches no van a tardar en volver. Más si cabe considerando que no hay ninguna duda de que, para todas las partes de la negociación, el acuerdo de continuidad sería la solución ideal al conflicto en el ámbito futbolístico.

Mientras tanto, el vestuario barcelonista juega sus cartas y presiona para que las conversaciones entre Dembélé y la dirección deportiva lleguen a buen puerto. El último en hacerlo fue Pierre-Emerick Aubameyang después del trabajado triunfo ante el Levante. “Ousmane me conoce bien. Por esto tengo que estar siempre preparado cuando él recibe en banda derecha. Tiene que quedarse”, declaró. El gabonés tiene mucho más que una gran relación personal con el ‘7’, que ya le ha servido tres asistencias en los 14 partidos que ha disputado desde su llegada al Barça.