Con un pie en Cádiz... y un ojo en Múnich

Dónde está el Barça lo dirá la Champions, que es la competición más exigente de las que juega el equipo. El equipo ha arrancado la temporada confirmando todo lo que apuntó en la pretemporada, sobre todo en una gira por Estados Unidos en la que solo cedió un empate ante la Juventus en un partido con doblete y exhibición de Dembélé.

Los blaugrana han mantenido y aumentado sus prestaciones con el inicio de la competición oficial. Las goleadas ante Real Sociedad, Valladolid, Sevilla y Viktoria Plzen han convertido el empate sin goles ante el Rayo en el debut liguero en anécdota. Ahora toca visitar al colista, el Cádiz, antes de mirarse ante el espejo europeo del Bayern.

Evitar sustos

Los gaditanos no han sumado ni un solo punto en cuatro jornadas en las que ni siquiera han visto puerta y han encajado hasta diez goles. No parecen, en principio, un rival que deba entorpecer el momento de forma del Barça, pero Xavi, atento a todo, tiraba ayer de precedentes para avisar a sus futbolistas. Desde que los gaditanos regresaron a Primera, el Barça no ha sido capaz de superarles: dos empates y dos derrotas.

De hecho, la pasada temporada el conjunto de Sergio González, que en enero había sustituido en el banquillo a Álvaro Cervera, rompió en el Camp Nou una racha de catorce jornadas consecutivas sin perder en LaLiga de los blaugrana. Aquel encuentro sirvió para empezar a despedirse de LaLiga y centrarse en confirmar la segunda posición. Xavi lo vivió en primera persona y, por esa razón, ayer pedía “aparcar la Champions”.

No es fácil, ni siquiera para él, obligado a prever situaciones, cargas de minutos y momentos de forma para gestionar un calendario que no da tregua. Ganar al Cádiz solo será posible si los blaugrana llegan mostrando el máximo respeto a su rival, pero es humano empezar a mirar de reojo el enfrentamiento ante los bávaros en Múnich.

Marcado en rojo

El debut europeo no pudo ser más esperanzador, pero es obvio que el Barça debe medir su potencial frente a rivales como el Bayern, verdugo cruel las últimas temporadas, en las que el equipo solo se ha dedicado a sobrevivir sin esperanzas reales de estar a la altura de los mejores.

El 3-0 y el 0-3 de la última fase de grupos fueron prueba de ello. Ahora toca empezar a revertir una dinámica negativa que dura demasiado y, aunque toca pensar en el Cádiz, medirse a los alemanes con tras revolucionar la plantilla y con Lewandowski de blaugrana es demasiado tentador como para olvidarse de ello.