Ni Leo Messi puede arreglarlo solo

Leo Messi supera de penalti a Keylor Navas en el Barça-Madrid de la Supercopa de España 2017

Leo Messi supera de penalti a Keylor Navas en el Barça-Madrid de la Supercopa de España 2017 / Ignasi Paredes

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

El primer clásico oficial de la temporada Barça-Real Madrid (1-3) sirvió para recordar porqué se fichó a Neymar: para que el Barça no fuera únicamente Messi. Después llegó Luis Suárez y nació la ‘MSN’, cayó el segundo triplete... Urge arropar de nuevo a Leo.

El Barça recibió el primer baño de realidad de esta temporada de una manera cruda: en un clásico frente al Real Madrid en el Camp Nou que supone la primera goleada en contra de la temporada. Las caras de los blaugrana eran un poema, camino de los vestuarios.

No faltó su gol

El ‘D10S’ no faltó a su cita con el gol en la Supercopa de España, de la que es el máximo realizador histórico (13 goles en 16 partidos). Sin embargo, el astro de Rosario no pudo ser tan determinante como en otras ocasiones.

Sometido a la vigilancia individual de Kovacic, quien además recibía la ayuda de sus compañeros cuando era desbordado, Leo no se encontró nunca cómodo y su gol llegó de penalti, después de que su amigo Luis Suárez forzara la máquina ante Keylor Navas en un mano a mano.

PROVISIONAL, PERO...

Las conclusiones del clásico sólo pueden ser provisionales a estas alturas de curso; pero desde la óptica blaugrana la mayoría son negativas. El Barça pareció muy tierno atrás, lento en la medular y espeso en ataque.

El contraste con el Real Madrid puso en evidencia las necesidades de la plantilla del Barça y también permitió recordar la importancia que tenía Neymar en el equipo, una herida que todavía supura.

El brasileño fichó para que a los rivales no les bastara con fijar al argentino. Después llegó Luis Suárez y nació la ‘MSN’, una delantera ya legendaria que ya es historia. En todos los sentidos. 

Coutinho y Dembélé

Más allá del enorme talento del Real Madrid, lo que desequilibró el choque anoche fue que, sin el brillante juego colectivo de otros tiempos, los hombres de Zidane solo tuvieron que anular a Messi con el marcaje de Kovacic, para bloquear al Barça.

En los próximos días llegará Paulinho y a buen seguro que la directiva apretará el acelerador para reclutar a Coutinho y Dembélé, visto lo visto en la Supercopa.

Tener al mejor del mundo es una enorme ventaja, pero no es suficiente como ya demostró el Real Madrid con una plantilla extensa que le dio el doblete. El Barça está obligado a reaccionar, no puede volver a dejar solo a Messi.