Neymar pasa a ser objetivo 2020

"De 0 a 10, ¿cómo de cansado estás del tema Neymar?" Valverde, responde

Valverde habló sobre Neymar en rueda de prensa / Maite Jiménez

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Neymar Jr. se ha escapado. El mercado veraniego de contrataciones bajará el telón hoy con el crack brasileño permaneciendo en París, contra su voluntad. El astro paulista se puso a tiro y el Barça dejó de lado las reticencias internas y decidió ir hasta el final de la mano de Ney, que era el principal interesado en que su ‘caso’ acabase con el billete de regreso al Camp Nou.

El Barcelona, en un esfuerzo financiero titánico, alcanzó los 150 millones de euros de traspaso que el PSG exigía, 20 millones de los cuales saldrían del bolsillo del propio delantero, accedía al traspaso de Rakitic y Todibo, y a la cesión de Dembélé. Los qatarís, cegados de odio y de ganas de revancha hacia su estrella, no aceptaron que su propio jugador franquicia sufragase parte del traspaso. Y, allí, el Barcelona, que ya no tenía más margen de maniobra, dijo basta. 

El astro brasileño no ha recuperado ahora su camiseta 11 blaugrana, pero la intención del club es repatriarlo en 2020: ya sea, en el próximo mercado invernal, en una situación parecida a la que ocurrió con Philippe Coutinho, o final de la presente campaña que acaba de empezar. La capital catalana sigue siendo el destino único deseado por Neymar.

Estos últimos meses, La dirección del Barça ha recuperado la sintonía perdida con el crack canarinho, por su tempestuosa salida en 2017. El ‘no’ del jugador al Madrid, que frenó, una vez más, todas las embestidas de Florentino, la rebaja de sus emolumentos (llegó el acuerdo de tener la misma ficha que en 2017)  y su disponibilidad a financiar su propia vuelta al Camp Nou han evidenciado su compromiso para volver a vestirse de blaugrana e intentar deshacer el error cometido dos años atrás. Ya no hay ninguna voz interna del club que dude de las reales intenciones de Ney.

Tener que atrasar unos meses, o un año, el fichaje de un crack es una situación que el Barcelona ha vivido en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, la más reciente de todas ellas es la polémica contratación de Antonie Griezmann. El año pasado protagonizó el lamentable reality show ‘La decisión’ y se quedó en el Atleti. Un año después, el rubio delantero francés ya está en Barcelona, previo pago a la cláusula de 120 millones de euros.

Lo que ocurrió con Philippe Coutinho remite a Ney. La entonces estrella rutilante del Liverpool se declaró en rebeldía en el verano de 2017, donde incluso se negó a jugar la previa de la Champions League. El grupo estadounidense que contra el club inglés no cedió a pesar de la presión blaugrana hasta las últimas horas del mercado de fichaje. Cou, al final, acabó llegando en enero 2018.

La vuelta a casa de Cesc Fábregas, fue otra telenovela que se alargó tres años: desde el verano de 2008, cuando España gana la Eurocopa hasta que se materializó su fichaje en 2011. Otro ex Arsenal, Thierry Henry, por ejemplo, decidió posponer un año su aterrizaje en Barcelona (lo hizo en 2017), cuando lo tenía todo hecho en 2016, pero dio marcha atrás después de perder la final de la Champions contra el Barcelona de Frank Rijkaard.

Griezmann, Coutinho, Cesc, Henry, y algún otro fueron culebrones, con final feliz.  El club quiere volver a repetir la historia, ahora con Ney.

Ir a por el crack brasileño en el próximo mercado invernal supone tener que volver a negociar obligatoriamente con el PSG. Esta vez, sin embargo, los dueños qatarís estarán en una situación vulnerable, porque el próximo verano hay una ruta de salida, en que, a las malas, no es necesario tener que entablar ningún tipo de diálogo con los qatarís, y sus ejecutivos-marioneta. 

Si no hay entente, Neymar puede recurrir a la FIFA. Habrá cumplido tres quintas partes de su contrato, firmado siendo menor de 28 años. Cubiertos el período protegido de contratos sin cláusula de rescisión, el máximo organismo es quien determinará el precio de venta, que, en el caso de Neymar rondará los 180 millones de euros, según cálculos del propio Barcelona. Este montante se alcanza a partir del precio de traspaso (en su caso 222 millones de euros), su amortización y su ficha, que es de 38 millones netos por temporada. Hay, por tanto, la convicción en la dirección del club, que Ney regresará sí o sí a Barcelona, por muchas rabietas que hayan tenido los qatarís que compraron el PSG, con un fondo soberano.