El equipo pide una revolución

Xavi Hernández confiaba en que la Supercopa de España supusiera un punto de inflexión en la trayectoria de la temporada, tal y como ocurrió el pasado curso, cuando el triunfo ante el Real Madrid y la consecución del primer título impulsaron al equipo para reconquistar la Liga cuatro años después.

Lejos de producirse ese punto de inflexión soñado, el Real Madrid puso la puntilla a la irregular trayectoria del conjunto blaugrana con una goleada que llevó al técnico a pedir incluso perdón a los aficionados culers por la mala imagen y la falta de orgullo exhibida por sus futbolistas.

Xavi quiere fichar pero no puede

Pero ya que no ha llegado en cuanto a resultados, el punto de inflexión puede producirse en las alineaciones. Y es que a la humillante derrota contra el Real Madrid en Arabia Saudí se suma la decepcionante trayectoria en la Liga, donde el Barça se encuentra instalado en la cuarta posición, a ocho y siete puntos de Girona y Real Madrid, respectivamente.

El vestuario no reacciona, a pesar de los reiterados avisos de Xavi. Especialmente sonado fue su enfado después de la ajustada victoria contra el colista de la Liga, el Almería, un equipo que no ha logrado sumar una victoria en toda la primera vuelta de la Liga y que puso contra las cuerdas a los culers en Montjuïc.

Ratificado por el director deportivo, Deco, y por el presidente, Joan Laporta, con el abrazo que escenificaron sobre el mismo césped del Al Awwal de Riad, durante la entrega de trofeos, puede haber llegado el momento de sacudir el equipo en busca de la ansiada reacción que no llega.

La hora de Lamine Yamal

A sus 16 años, Xavi, con buen criterio, quiere preservarle de defensas curtidos y físicamente muy poderosos para un futbolista aún en período de crecimiento. La responsabilidad no puede recaer en un jugador tan joven, pero en esta primera parte de la temporada ha quedado demostrado que es el único futbolista de la plantilla capaz de desbordar en el uno contra uno.

Raphinha y Ferran ponen mucha energía en sus acciones, pero no desequilibran. Y tampoco tienen gol. Desesperante fue la actuación del de Foios en la Supercopa de España, con tres claras ocasiones que hubieran podido cambiar el signo de la final.

Joao Félix, por su parte, no ha aportado la regularidad que se espera de su talento y ha acabado cayendo del once inicial. Así las cosas, parece llegado el momento de que Lamine Yamal gane protagonismo en un proyecto en el que debe ser importante a futuro.

Fermín, lo más parecido a Gavi

Si el Barça echa de menos a un futbolista ese es Gavi. El de Los Palacios era el eje sobre el que sustentaba el juego blaugrana, por su altísimo grado de competitividad. Hace un año, el Barça pasó por encima del Real Madrid con una exhibición de carácter, ambición y fútbol de Gavi. El domingo, el Barça careció de alma.

De Jong, Pedri y Gündogan pueden marcar diferencias con el balón en los pies, pero ninguno de ellos aporta el equilibrio de Gavi. Y mucho menos su energía. Con Gavi en el césped es muy posible que Bellingham, Dani Carvajal y Tchouaméni no hubieran tenido el tiempo que tuvieron para lanzar los pases en los tres primeros goles. El de Los Palacios hubiera mordido para que no pudieran pensar.

Y esa es una de las claves de la derrota del Barça y de ese agujero defensivo que queda de manifiesto un partido sí y otro también. Si Xavi pretende jugar con la defensa adelantada, necesita un equipo que presione muy arriba y en este Barça, Gavi es el que da el toque de corneta.

El único futbolista de la plantilla capaz de minimizar su insustituible ausencia es Fermín. El onubense saltó al césped con la final casi decidida y por lo menos devolvió a los aficionados el orgullo de ser culer. Fermín muerde en cada acción y además tiene ese ansia que le hace llegar a posiciones de remate, algo que tanto cuesta en este Barça. Otro que puede ganar protagonismo.

Basta de inventos en defensa

Es comprensible que Koundé no quiera jugar de lateral, una posición en la que no se acaba de sentir cómodo, pero la solidez defensiva fue la clave del éxito en la Liga la pasada temporada y la reacción debe llegar por recuperar lo que funcionó el pasado curso.

La pareja Araujo-Christensen se compenetró a la perfección y las carencias de Koundé quedaron escondidas en el lateral. Si el francés no quiere jugar ahí, pues habrá que buscar alternativas. Un de ellas debería ser Cancelo, que para eso se le trajo, no para ejercer de falso pivote.

El Barça también está pagando el mal momento de Balde, que ha perdido la potencia que la pasada temporada le llevó a sentar a Jordi Alba. Cancelo también puede ser una alternativa a pierna cambiada. La posición no le es desconocida y Xavi ya lo ha utilizado en estas tareas.

Vitor Roque ha venido para algo

Evidentemente que hay que ir despacio con un futbolista de tan solo 18 años y que viene de una competición muy distinta. Aceptando que Vitor Roque necesita un período de aclimatación al equipo y al fútbol europeo, lo que no es de recibo es que el único refuerzo que el club ha podido concretar en el mercado de inverno no juegue ni un minuto en una final en el que el resultado se pone en contra desde el principio.

Vitor Roque viene avalado por su olfato goleador y su precio alto precio no es para tenerlo calentando banquillo. La falta de contundencia mostrada por los delanteros de la plantilla, con la única excepción de Lewandowski, invita a darle también una oportunidad. Y si no vale, en el juvenil está Marc Guiu, que ya ha demostrado que los goles se le caen de los bolsillos.

Sean estos cambios u otros, lo que está claro es que el equipo necesita una revolución. Lleva demasiadas semanas sin reaccionar y ha llegado el momento de decir hasta aquí con algunos futbolistas a los que se han dado más margen del merecido.