Las directivas y sus templos

Coincidí con uno de los protagonistas del famoso contrato de Messi firmado en una servilleta cenando en el hotel Hermitage de Andorra. Horacio Gaggioli, el entonces asesor de Leo, participaba en una cena solidaria en favor de la Fundació Lluita contra la Sida del Dr. Clotet. Recordé el episodio de aquel 14 de diciembre del 2000 cuando Josep Maria Minguella, Carles Rexach y él firmaron en el Club Tennis Pompeia lo que iba a suponer un antes y un después en la historia del Barça.

Mesa y manteles siempre han congeniado a la perfección con el mundo del fútbol. Cada directiva y cada plantilla han tenido sus ‘templos’, desde el restaurante Tritón en que te cruzabas con Josep Lluís Núñez hasta el Vía Venetto, al que acuden día sí, día también Joan Laporta y sus directivos. Establecimientos clásicos que contrastan con las preferencias de los jugadores, que han convertido el Shangay y el Kao en sus lugares de referencia. Allí aterrizó hace poco Ronald Koeman, que combina el presente con el pasado, ya que casi todas las semanas acude a su cita con el restaurante Salamanca.

El holandés se estrenó en este local de cocina china, uno de los ‘fijos’ de Pep Guardiola cuando vuelve a casa. ¿O no recuerdan aquella noche post burofax en la que, recién aterrizado en el Prat, cenó en el Kao? Por muy poco no se reeditó la historia de la servilleta en versión 2020.