FC BARCELONA

Las lágrimas que le llevaron a Anfield

Carles Aleñá es un culé de cuna que ya sabe lo que es llorar en el Camp Nou tras ver perder a su equipo

Aleñá mantiene una gran relación con su padre Francesc, exfutbolista

Aleñá mantiene una gran relación con su padre Francesc, exfutbolista / sport

IVAN SAN ANTONIO

El Camp Nou recibió al Liverpool el 21 de febrero de 2007.  El Barça, vigente campeón de la Champions, se adelantó con un gol de Deco. Carles Aleñá, con nueve años, lo celebraba abrazándose a su padre. Bellamy empató al filo del descanso y Riise remontó en la segunda mitad. Acabó el partido y Carles, hundido, empezó a llorar desconsolado.

“No pasa nada, Carles”, intentaba calmarlo su padre. Pero el niño seguía llorando. Solo dejó de hacerlo cuando se le acercó un aficionado del Liverpool y le colocó su bufanda sobre los hombros. Fue un gesto que impresionó a aquel hombrecillo. Su padre le prometió que un día visitarían Anfield Road. Tres años y medio más tarde, en agosto de 2010, se subieron a un avión rumbo al aeropuerto John Lennon. A Carles, que ya había cumplido los doce, los Beatles le sonaban a la prehistoria de la música, pero pidió visitar The Cavern.

Francesc disfrutó de cada momento mientras grababa con su cámara unas imágenes que desaparecieron años más tarde para siempre cuando unos ladrones entraron en su casa a robar. El vídeo mostraba a Carles en el mítico pub, de camino hacia Anfield Road y también en la grada, donde disfrutaron de la victoria del Liverpool frente al West Bromwich Albion de la tercera jornada de la Premier. Fernando Torres marcó el único gol del encuentro. Las imágenes de aquel viaje ya no existen, pero el recuerdo de una experiencia única permanecerá imborrable para siempre en su cabeza.