Historia SPORT
¿Sin Anoeta (quizás) no existiría Berlín?
La derrota en Anoeta en el primer partido del 2015 sirvió como trampolín para acabar ganando el triplete
La suplencia de Messi y la pérdida del partido desencadenaron un cóctel explosivo en el club azulgrana
Sin ningún tipo de duda se podría decir que la derrota del Barça en el primer partido del año 2015 en Anoeta fue el punto de inflexión que acabaría con los azulgrana levantando su segundo triplete de la historia después del logrado por Pep Guardiola. En el feudo donostiarra, donde el FC Barcelona volverá este sábado, empezó todo. Sin ese partido, y todo lo que vino después, (quizás) no existiría Berlín.
Todo salió mal en ese encuentro ante la Real Sociedad. Messi, que odiaba no jugar, había vuelto más tarde (con permiso del club) de sus vacaciones navideñas y Luis Enrique decidió dejarlo en el banquillo junto a otros pesos pesados de la plantilla como Piqué, Alves, Rakitic y Neymar.
Nada fuera de la normal teniendo en cuenta que había entrenado menos que sus compañeros, pero esa suplencia no gustó para nada al genio argentino, al que le gustaba hablar con los entrenadores la posibilidad de descansar en algún partido.
El equipo azulgrana, además, fue incapaz de reponerse del gol en propia puerta de Jordi Alba al inicio del partido y en Anoeta acabó perdiendo el partido y la posibilidad de alcanzar el liderato en solitario después del tropezón del Real Madrid ante el Valencia.
Pero lo peor estaba por llegar. Messi no participó en el tradicional entrenamiento a puertas abiertas para los seguidores el día antes de Reyes (con masiva presencia de niños) y un terremoto sacudió al club. Luis Enrique, el entrenador, estaba en la diana y hasta se llegó a especular con su cese si se diera el caso que el argentino lo pidiera.
La crisis, desatada por una simple derrota en Anoeta, provocó un tsunami de tal magnitud que Josep Maria Bartomeu, el entonces presidente, decidió aprovechar el momento para cesar a Andoni Zubizarreta como director deportivo después que en San Sebastián y preguntado por la culpabilidad en la sanción de la FIFA, el legendario exportero del Barça dijera que "Bartomeu era el vicepresidente deportivo (en el momento de la sanción) y tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo".
Esas palabras no sentaron bien al presidente, que la misma tarde del entrenamiento de puertas abiertas rescindió el contrato de Zubizarreta. Carles Puyol, su mano derecha, renunció al cargo y Albert Valentín y Narcís Julià empezaron a negociar su salida. El Barça se quedó sin secretaria técnica y todas las decisiones deportivas quedaron en manos de un consejo asesor formado por Ariedo Braida, Carles Rexach y el vicepresidente Jordi Mestre.
Además, Bartomeu anunció que se convocarían elecciones a la presidencia del club a final de temporada. Las avanzó porque estaban inicialmente previstas para 2016.
Pacto Luis Enrique-Messi y hacía arriba
En el plano deportivo, Luis Enrique y Messi llegaron a un tipo de pacto que acabó con un equipo mucho más unido. "El partido en Anoeta lo cambió todo", reconoció el argentino tiempo después.
El engranaje del tridente (Neymar, Messi y Luis Suárez ) mejoró como también el juego del equipo y los resultados llegaron por sí solos. Con la soga al cuello después de perder en Anoeta, el Barça recibió al Atlético de Madrid y lo barrió en uno de los mejores partidos de la temporada. Marcaron todos los socios del tridente y el Camp Nou se lo pasó en grande.
Se cerraba la crisis desatada en San Sebastián. A partir de ese momento, el Barça no paró de encadenar triunfos y se llevó el título de Liga en una dura lucha con el Real Madrid, ganó la final de la Copa del Rey y se plantó en la final de la Champions de Berlín después de dejar por el camino a todos los campeones de las ligas europeas. En la capital de Alemania, el Barça derrotó a la Juventus y sumó su quinta Champions, la última hasta el momento.
En las elecciones, Josep Maria Bartomeu tenía como eslogan "Bo pel Barça" pero la frase que más utilizó durante la campaña fue "Triplet y trident". Ganó por mayoría absoluta, lo que parecía imposible meses atrás. En esa contienda también participó el actual presidente, Joan Laporta, que después de salir derrotado entonó la frase. "No surrender". Años después vuelve a presidir el club.
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