Albert Capellas, un ‘fichaje’ para recuperar el modelo

El técnico de Avinyó regresa al Barça para volver a implantar un innegociable juego de posición en el club azulgrana

Vivirá su segunda etapa en la entidad culé tras adquirir mucha experiencia en banquillos del continente y del mundo

Albert Capellas deja Dinamarca y regresa a la disciplina del FC Barcelona

Albert Capellas podría ser el interino del Barça tras la destitución de Ronald Koeman / Twitter DBU

Jordi Carné

Jordi Carné

“En el fútbol siempre hay que tomar una decisión: que corra el balón o que corra el jugador. Ahí es donde empieza todo. Un fútbol más táctico-técnico o un fútbol más físico. Yo siempre prefiero lo primero. En el fútbol moderno se da mucha importancia al físico, y más ahora con el Big Data, pero este deporte es mucho más complejo que el simple hecho de correr”.

Estas palabras de Albert Capellas en una entrevista en ‘Marcadorint’ publicada a principios de junio permiten entender a la perfección el tipo de perfil que ha recuperado el fútbol formativo del Barça, donde el técnico de Avinyó trabajó desde 1999 hasta 2010, primero como asistente del filial y después con tareas de coordinación en el juvenil. Este viernes, la Federación de Fútbol de Dinamarca ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con el entrenador de 53 años para rescindir su contrato como seleccionador sub-21 y liberarlo para que pueda regresar al club azulgrana.

Capellas finalizó su primer ciclo en el Camp Nou en 2010, cuando Sandro Rosell asumió la presidencia del FC Barcelona. En los últimos once años ha adquirido mucha experiencia en los banquillos como segundo entrenador. Aunque entonces se comprometió con el Vitesse para ayudar al ‘Chapi’ Ferrer y el de Rubí fue destituido al final de la primera temporada, permaneció en el club neerlandés hasta 2014. Allí conoció a Peter Bosz, el míster que lo llevó Maccabi Tel Aviv primero (2016) y al Borussia Dortmund después (2017). Entre su periplo en Países Bajos y su etapa con Bosz, trabajó como asistente en el primer equipo del Brondby IF y como técnico de su conjunto sub-17.

Antes de aterrizar en la selección sub-21 del mismo país escandinavo en 2019, probó la Superliga China como ayudante de Jordi Cruyff en el Chongqing Dangdai Lifan. Ahora se reencontrará con él en el Barça, “el club de su corazón, al que no ha podido decir que no” –según ha comunicado la Federación de Fútbol de Dinamarca– pese a que tanto él como los dirigentes daneses estaban muy satisfechos con el vínculo que les unía. En la entidad culé, Albert Capellas tendrá mucho trabajo. Se desconocen el cargo que ejercerá, pero no hay ninguna duda de que Joan Laporta y su gente de confianza le otorgarán plenos poderes para implantar su idea de juego en el fútbol formativo azulgrana.

Objetivo: trasladar el 'Més que un club' a los terrenos de juego

Con su incorporación, el Barça ganará un efectivo muy interesante para recuperar esa filosofía futbolística que trasladó el ‘Més que un club’ a los terrenos de juego, una de las prioridades de la nueva junta directiva para volver a lucir su modelo genuino. Tener en el primer equipo a más futbolistas formados en la Masia, además, ayudará a Laporta a superar su delicada situación económica. "Soy un gran defensor del fútbol base de los clubes, creo que el jugador formado en casa te da siempre un plus", declaró hace unos años a SPORT.

En la misma entrevista citada en el inicio del artículo, Albert Capellas fue cuestionado por el juego de posición. Le pidieron una definición. Su respuesta no puede dejar más claro que su ‘fichaje’ tendrá consecuencias positivas en la Ciutat Esportiva: “El juego de posición está basado en tres pilares: posición, posesión y presión. La posición no solo se refiere al espacio que ocupamos en el campo, sino a la forma con que ocupamos ese espacio. La posesión siempre debe tener un porqué, ya sea para generar superioridades o para buscar el momento oportuno para acelerar. La última 'p' hace referencia al ‘pressing’. Cuando perdemos el balón queremos recuperarlo lo más pronto posible porque se genera un caos; el equipo rival no está organizado, no está bien abierto, sino que suele estar muy focalizado en reconquistarlo... y ese es el mejor momento para hacerle daño”.