18 años de la joya de Ronaldinho en la 'noche del gazpacho'

Madrugada del 3 de septiembre de 2003. A punto de arrancar un Barça-Sevilla una jornada intersemanal que quedaría en el anecdotario histórico de la Liga. Hasta tal punto resultó especial que el partido fue bautizado como "el partido del gazpacho". Un partido que empezó a las 00:05 h del miércoles y que terminó cuando el reloj señalaba ya las dos de la mañana.

Un encuentro especial no solo por el horario. Pues aquel miércoles debutaba frente a la afición blaugrana uno de sus jugadores más emblemáticos de las dos últimas décadas, el brasileño Ronaldinho Gaúcho. Un jugador que llegó a ser ovacionado en el mismísimo Santiago Bernabéu. Y ya 18 años después de su debut, en las retinas del aficionado culer aún se encuentra la imagen de la estrena por todo lo alto del astro brasileño en el Camp Nou.

El momento cumbre de la noche

Minuto 58 de partido. Valdés se hace con el control del balón en sus dominios y envía un balón largo con la mano a un joven Ronaldinho. El brasileño, lejos de esconderse en su debut ante su nueva afición, arranca desde su campo escorado por la banda izquierda -defendida por su compatriota y aquella noche rival Dani Alves- e inicia una carrera frenética hacia la meta sevillista.

En su camino, Martí y Casquero asisten impotentes a dos quiebros eléctricos del mago brasileño. El resto ya es historia. Tras dejar atrás a los dos centrocampistas hispalenses, el 'Gaúcho' ejecutó un violento zapatazo desde más de 25 metros que se coló en la meta visitante tras impactar estrepitosamente contra el larguero, haciendo inútil la estirada de Notario.

Era el tanto del empate -Reyes había adelantado a los andaluces de penalti en la primera mitad- y, a la postre, resultado definitivo. Pese al empate, 'Ronnie' ya había plantado la semilla de la ilusión en el Camp Nou. Un clima de euforia que iría creciendo con el paso de los meses y que alcanzaría su cenit dos temporadas más tarde con la recordada final de la Champions en París en 2006.

El sueño de una noche de verano había comenzado y la parroquia culé no quiso fallar a la cita, asistiendo en masa -más de 80.000 espectadores- al coliseo azulgrana en el estreno liguero del equipo en el primer año de Frank Rijkaard en el banquillo, en un encuentro que se disputó a las 00.05 h de un miércoles, ante la negativa del Sevilla a adelantar el encuentro a la noche del martes ante la fuga de internacionales.

'Ronnie', el rey breve

Ronaldinho, que llegó a media tarde del 19 de julio de 2003, firmó con el Barça después de cuatro horas de reunión para ultimar los flecos pendientes. El jugador aceptó el reto de jugar en Barcelona pese a que las circunstancias jugaban en contra: el equipo no estaba en Champions y no ganaba ningún título desde la Liga 1998-99. Aún así, el brasileño confió en la nueva junta azulgrana y el proyecto que esta había diseñado para elevar al Barça otra vez a la cima.

Al día siguiente, 20 de julio, el Barça le dispensó una presentación acorde a su dimensión y el jugador se presentó con la humildad como bandera: “No vengo de estrella, vengo a ser un compañero más y a ayudar”.

Disputó un total de 207 partidos oficiales como azulgrana. Anotó 94 dianas y firmó 56 asistencias de gol entre las temporadas 2003-04 y 2007-08. Fue dos veces campeón de Liga, otras dos de la Supercopa de España y de la Champions League (2005-06) contra el Arsenal (2-1), final disputada en el Stade de France (Saint Denis).

A partir de ahí, se pudo poner en marcha el famoso círculo virtuoso que debía llevar y llevó a la entidad barcelonista a ser protagonista tanto a nivel nacional como internacional. 18 años después, el Camp Nou aún recuerda instantes como el de la "noche del gazpacho"; un momento que este viernes ha llegado a su mayoría de edad.