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Entrevista | Pablo Laso Entrenador Bayern Múnich

Pablo Laso: "Siempre he tenido mucha confianza en el baloncesto porque ha sido mi vida"

El nuevo entrenador del Bayern atiende por primera vez a SPORT tras su salida del Real Madrid el pasado verano

El técnico vitoriano repasa su trayectoria en el conjunto blanco en el libro 'Pablo Laso, ganar para contarlo'

Pablo Laso valoró la temporada del Real Madrid tras ganas la Liga

Pablo Laso alabó la temporada de sus jugadores y su cuerpo técnico / Real Madrid

Marc del Río

Marc del Río

No hay ninguna duda de que Pablo Laso (Vitoria, 1967) ha sido el mejor entrenador de la era moderna del Real Madrid de baloncesto y uno de los más destacados en la historia de la sección del club blanco. Así lo acreditan los 22 títulos logrados liderando desde el banquillo.

A Laso, la generación más jóven le conoce como entrenador de baloncesto, cargo que lleva desarrollando desde 2003, pero el hijo de María del Carmen Biurrun y Pepe Laso hizo su debut como jugador en la ACB con tan solo 16 años, de la mano de Baskonia, arrancando una trayectoria que se alargó hasta el mismo año en el que cambió las bambas de baloncesto por la pizarra. Tras más de 10 años como baskonista, desde el año 1995 hasta finales del 97, vistió la camiseta del Real Madrid. Cáceres, Trieste, Málaga, Girona, Lleida y Valladolid fueron sus otras plazas como jugador de élite.

Ya como técnico, Pablo inició su andadura en Castellón, en el filial de un Valencia Basket que le dio la oportunidad al curso siguiente, ya en ACB. Cantabria Baloncesto y Gipuzkoa Basket fueron los dos equipos previos a la llamada que recibió, el verano de 2011, para dejar San Sebastián y entrenar al Real Madrid durante 11 temporadas.

Las aventuras y todo lo acontecido durante tantos años al frente del banquillo blanco quedan recogidas en 'Pablo Laso, ganar para contarlo', un libro escrito con la ayuda del periodista Faustino Sáez y editado por 'Gigantes del Basket', en el que se puede profundizar en la visión más personal de un Laso que se deja conocer y descubrir, y en el que no dribla ningún asunto 'delicado'.

Pregunta: ¿Cómo surge la idea de escribir el libro?

Respuesta: Es el primer año desde que cumplí los 16 y empecé mi vida profesional en el baloncesto en la que no tengo trabajo. Ni juego, ni entreno. Aprovecho para hacer muchas cosas y ver partidos, sobre todo, sin el 'agobio' de prepararlos con toda esa faena de scouting. Cuando me proponen por primera vez hacer el libro, no era algo en lo que creyera mucho pero sí que pensaba que podría ser interesante, sobre todo porque me lo pedía la gente por el hecho de haber estado tantos años en un equipo y ver las diferentes situaciones. Faustino Saez ha ido ligando muy bien todo lo que le iba diciendo y es la historia de Pablo Laso en el Real Madrid.

En el libro cuentas que uno de tus profesores cuando eras un niño te dijo que del baloncesto no ibas a vivir...

Todo el mundo tiene sus sueños e ideas de lo que hará en un futuro. Yo qué sé, me imagino que en Catalunya la mayoría de los niños que juegan al fútbol les gustaría llegar a ser Messi. Me acuerdo de aquella 'bronca' y creo que tenía toda la razón en decirmelo. Pero para mí, el baloncesto desde muy crío ha sido mi idea y mi modo de vida. Me fui a Estados Unidos, debuté en la ACB con 16 años como jugador y aquí sigo. Me ha dado tiempo a casarme, a tener hijos y creo que he tenido suerte de que, lo que ha sido mi vida mi hobby y mi pasión como es el baloncesto, ha acabado siendo también mi profesión.

Las dos presentaciones en el Real Madrid, como jugador y entrenador, están marcadas por una infravolaración, que lejos de asustarte, te atrae y motiva

No soy una persona que valore demasiado como me tratan. Intento tener la autoconfianza para valorar lo que puedo hacer. Probablemente también eso haga que sea el primero en criticarme, en decir, mira, yo no llego a esto. Bueno, yo creo que muchas veces las personas estamos obligadas a decir "yo puedo hacer esto o no". Siempre digo que la máxima presión se la pone uno mismo. No el hecho de que tú digas, "Pablo Laso no vale para entrenar" me va a hacer a mí desistir de hacerlo, o que tú digas, "no, Pablo Laso es un entrenador buenísimo" me va a hacer a mí pensar que lo soy. No, yo creo que tengo que ser consciente de mi capacidad e intentar hacer las cosas lo mejor posible. Yo siempre he tenido mucha confianza en el baloncesto porque ha sido mi vida.

Pablo Laso, en su presentación como entrenador del Real Madrid

Pablo Laso, en su presentación como entrenador del Real Madrid / EFE

En el libro se extrae que eres una persona muy segura y fiel a tus principios. ¿Son rasgos imprescindibles para aguantar tantos años en el banquillo del Real Madrid?

Creo que cada persona está hecha de sus principios. Decir que todo el mundo va al 100% con sus principios sería exagerado, ya que no sería capaz de entender o aceptar que ocurren cosas. Todas las personas van a tener que amoldarse a las circunstancias. Pero yo que sí que pienso que tiene que haber unos principios básicos sobre los que generar tu carácter y que la gente entienda y sepa valorar.

Tu primer título como entrenador blanco es la Copa del Rey de 2012 ganada al Barça en el Sant Jordi. Sin ese triunfo, ¿crees que hubiese sido complicado seguir en el Madrid?

No, no tengo esa sensación. A ver, esto es hablar muy del pasado porque yo creo que los entrenadores o los jugadores se miden por los resultados, es algo normal. Sí tengo la sensación que para el equipo aquella victoria fue muy importante, no solamente para mí, que bueno, yo tenía en ese momento un contrato de uno más uno, pero no lo pienso mucho. Fue una victoria muy importante para el grupo y para una idea de juego y de baloncesto, pero no en sí por la victoria.

La Copa del Rey de 2012, el primer título de Pablo Laso como entrenador del Real Madrid

La Copa del Rey de 2012, el primer título de Pablo Laso como entrenador del Real Madrid / EFE

Tu trayectoria al frente del Real Madrid está cargada de éxitos, pero recuerdas de manera muy especial y con orgullo una derrota

Cuando caímos ante Fenerbahçe en el playoff de la Euroliga de 2016. En el deporte normalmente se valoran mucho los éxitos y para mí, como entrenador, las victorias son muy importantes. No soy de esas personas que crea que solamente la victoria significa que estás haciéndolo todo bien y que la derrota significa que estés haciéndolo todo mal. Entonces aquello fue una circunstancia en un año natural muy difícil en el que habíamos ganado todo y en el que jugamos un playoff contra el Fenerbahçe que en ese momento jugó mejor que nosotros. Nosotros llegamos muy 'vacíos de gasolina' y la gente ese día, aún perdiendo, supo valorar el esfuerzo que habían hecho los jugadores y el equipo. Perdimos, pero para mí fue una victoria que la gente valorase eso, son detalles en el mundo del deporte que valen igual más que ganar.

Arrancaste tu andadura con la tripleta formada por Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández, con los que alcanzaste la gloria. ¿Esperabas, más de 10 años después, que consiguiesen levantar otra Euroliga?

Cuando llegué, yo tenía claro que los dos Sergios debían ser un poco el faro sobre el que debería crecer el equipo. Eran dos jugadores muy jóvenes en crecimiento que podían compartir minutos en el campo pero que a la vez debían ejercer de bases. Los tenía en muy alta consideración a los dos porque eran, para mí, los ejes para que el proyecto creciera. Yo creo que la llegada de Rudy hizo a todo el mundo dar un paso adelante, ¿no? A ver cómo explico esto. Yo creo que Rudy es un jugador que transmite mucho y que además entró en un grupo en pleno crecimiento, lo cual 'obligó' a todos. Eramos un equipo en construcción y su llegada fue definitiva. Ahora ha pasado mucho tiempo y hay valores de los tres que para mí han sido vistos desde fuera como claves en la consecución de esta Euroliga. Obviamente, no son los mismos jugadores y tienen muchísima más experiencia, pero sí que creo que muchos de esos valores que se empezaron a construir ahí, estos tres jugadores los tienen. Y además no solamente lo han demostrado en el Real Madrid, lo han demostrado también en la Selección Nacional.

Sorprende la claridad en la que explicas ese deseo de fichar a Vasilije Micic para el Madrid. ¿Intuías que esa progresión que ha acabado teniendo la podía hacer con vosotros?

Sí, y te voy a explicar porqué. Luka Doncic se fue a la NBA y sabíamos que perdíamos a un jugador en crecimiento a un nivel muy alto y un jugador muy 'polivalente' que podía jugar varias posiciones por su físico. Para mí, Alberto Herreros y yo lo habíamos hablado muchas veces: el único jugador que había a ese nivel podía ser podía ser Micic. Creíamos que se podía complementar con todos los jugadores del primer equipo, que podía jugar en varias posiciones y estábamos convencidos de que tendría el crecimiento que ha tenido y que ahora le ha hecho firmar ese contrato en la NBA. Nunca he tenido dudas con él.

Pablo Laso, junto a Vasilije Micic

Pablo Laso, junto a Vasilije Micic / EFE

Sobre Luka Doncic, explicas que nunca le regalaste un minuto y que se lo ganó todo él. Da la sensación que Europa se le quedó pequeña muy rápido...

La primera vez que vi a Luka en un vídeo, él tenía 13 años. Creo que fue el primer o segundo año en Madrid, y lo vi con Alberto Angulo. Lo primero que te sale es, "bueno, ¿qué duda tenemos con este chico?" Yo creo que el gran valor de Luka es humano, es la sensación no de un gran jugador que tira muy bien, que pasa muy bien, que bota muy bien, que eso ya lo vemos. La capacidad de adaptabilidad de Doncic es lo que le hace ser un grande.

Mira, cuando se fue a la NBA, mucha gente me decía, "bueno, ya verás cuando llegue a la NBA". Y yo siempre decía, pero si Luka, lo que mejor tiene es que se adapta. Al punto que ha ido a la NBA y se ha adaptado a otro tipo de juego o a lo que sea. Va a la selección eslovena y se adapta. Bueno, yo creo que esa capacidad de adaptabilidad de LuKa está incluso por encima de su capacidad baloncestística. Al final la persona es lo que le hace ser determinante y lo demostró desde muy joven en el Real Madrid.

Hablas de una salida natural de Luka Doncic a la NBA, algo diferente a la de Nikola Mirotic. ¿Qué sucedió?

Sí, fueron totalmente diferentes porque daba la sensación de que Niko estaba preparando más la salida. Igual no es culpa suya, igual fue culpa del entorno o culpa del equipo que le fichó. Tuve la sensación de que era algo que se venía arrastrando y que era algo que se ponía por delante. Con Luka fue diferente. Metió el triple que nos dio la ACB en Vitoria y ni se hablaba de que pudiera ir a la NBA. A la mañana siguiente nos regaló a todos un reloj, fuimos al Bernabéu y dijo "bueno, me piro". Es un poco su manera de ser, Luka no era de dejar grandes titulares ni de grandes entrevistas. Él simplemente sabía que tenía claro cuál iba a ser su futuro, lo llevaba en la cabeza. No es que lo negara, pero no hacía alarde de ello. Y vivió todo con mucha naturalidad.

¿Qué recuerdas del día en el que te dicen que Nikola Mirotic ficha por el Barça?

Tenía cierta idea de que Niko podía volver a Europa. El movimiento del Barça creo que fue muy 'arriesgado', y también para el propio jugador. Volvía a un club en el que es aspirante a todo y con una 'presión' que no se debería tener pero que es la del coste económico, para las dos partes. Consideraba a Niko como un jugadorazo y valoraba el hecho de que un rival se fortalecía. Pero no le di mayor importancia porque en aquel momento ya estaba Svetislav Pesic de entrenador y ya había hecho grandes cosas con el equipo y por supuesto yo valoraba al Barça siempre como un rival muy fuerte. Entonces no sé, por mi manera de ser no soy una persona que 'mide mucho' a los rivales. A mí lo que me preocupa normalmente suele ser mi equipo.

¿Entiendes el cómo y el por qué del final de Niko en el Barça?

Hablando desde la distancia, lo que veo es que hay un tema económico. A mí me parece que si Niko jugara por un euro al mes, yo creo que nadie en el Barcelona dudaría de que Niko siguiera. Creo yo, ¿no? Y si jugara por un euro al mes, pues Niko está encantado en Barcelona, con lo cual creo que no habría ningún problema. Yo creo que el problema es un problema económico. Creo que el Barcelona piensa que obviamente no puede pagar la ficha de Niko y a partir de ahí se genera una situación que yo creo que no es buena ni para el jugador ni para el Barcelona. Pero bueno, yo creo que en este caso Mirotic ha demostrado una profesionalidad altísima porque creo que su final de liga ha sido muy bueno y la han ganado.

Pablo Laso y Nikola Mirotic

Pablo Laso y Nikola Mirotic / EFE

¿Cómo conseguías ese grado de motivación de tus jugadores en los clásicos ante el Barça en los que había títulos en juego?

Recuerdo en mi primer o segundo año que el Barça nos ganó un partido y un jugador mío estaba hundido. "Hagamos lo que hagamos siempre nos ganan", decía. Yo intenté transmitirle que eso no era así, que los partidos no te caen y hay que ir a buscarlos, hay que ir a por ellos, y si el equipo contrario te gana, pues está ganado, ya está, algo han hecho bien, ¿no? Pero no te puede quedar la duda de que vas a dar el máximo o de que tú lo vas a intentar. Yo creo que eso, no solamente en los partidos con el Barça, sino que lo he podido transmitir y he tenido la suerte de que muchos de los jugadores que han ido creciendo con el equipo han ido entrando en esa filosofía de "...vamos a ver, que nos ganen". Tengo esa sensación de que fuimos un equipo muy incómodo para el rival, y que dábamos esa sensación de "bueno, ya están aquí estos pesados". La gente nos valoraba por el esfuerzo, el trabajo y por supuesto por la calidad que teníamos. La tenía y la tiene, por eso el Madrid es campeón de Europa.

En el libro repasas la llegada "tardía" de Thomas Heurtel al Madrid y hablas con mucha claridad del incidente vivido en Atenas la noche previa al partido ante Panathinaikos

Con Heurtel ocurre aquel episodio con el Barcelona en el que queda libre. Creo que en ese momento para nosotros era un jugador decisivo. Nosotros estábamos justos en esa posición y creíamos que la llegada de Thomas podría ser muy importante. Su llegada se retrasó hasta la siguiente temporada y cuando llegó igual no tenía tanta influencia en el equipo como lo podía haber tenido en esos meses anteriores. Luego, en el episodio de Atenas ya se mezclan muchas cosas en las cuales, independientemente de la salida nocturna, que obviamente desencadena todo y parece que solo se habla de eso, yo creo que el equipo estaba en una dinámica en la que se necesitaba cambiar algo. Eso lo precipitó todo y creo que sirvió para que el equipo se uniese mucho. Se estaba construyendo una idea y una filosofía que al final fue muy positiva y que nos hizo jugar la final de Euroliga y perderla en el último minuto y ser campeones de la Liga ACB.

Thomas Heurtel junto a Guerschon Yabusele

Thomas Heurtel junto a Guerschon Yabusele / EFE

La pasada temporada te preguntaron mucho sobre la posibilidad de entrenar al Barça algún día. Conociendo tu sentimiento madridista, ¿de verdad no te cierras las puertas a poder entrenar algún día en el Palau?

Yo soy un profesional del baloncesto, un chaval de Vitoria que sale de allí para ir al Real Madrid como jugador. Fue un cambio muy importante en mi vida. Pero te pongo un ejemplo en otro parámetro. El otro día con un camarero hablaba una cosa muy parecida, y medio en broma le dije, "oye pero si tu estabas en el bar de ahí en frente cuando abrieron este". Y me dijo, "ya, pero es que aquí me han ofrecido el doble". Nadie critica eso. Yo creo que en el deporte se han visto muchas situaciones en la que los deportistas han ido de un equipo a otro. Entonces, ¿cuándo está bien y cuándo está mal? ¿Está bien cuando quedan muy bien con el otro equipo? No lo sé, yo a mí... ¡El Madrid me quitó! ¿Eso significa que como me quitaron y estuve 11 años no voy a volver a entrenar? Para nada, de hecho vuelvo a entrenar la próxima temporada en el Bayern. Tengo un respeto al Madrid increíble, me lo ha dado todo. No puedo hablar mal del Real Madrid de ninguna manera. ¿Eso significaría que no puedo ir al Barcelona? ¿Por qué no puedo ir al Barcelona? ¿No puedo ir al Bayern de Múnich? ¿O es que tengo que ir donde me diga el Madrid que vaya? No. Yo creo que al final tú tienes que ser una persona consecuente pero eres un profesional. ¿Eso significa que yo voy a entrenar en Barça? Lo primero, tendríamos que pensar. ¿El Barça va a pensar alguna vez en Pablo Laso? Para mí esa es la primera pregunta que se tendría que hacer. Te pongo un ejemplo. ¿El Barça quiere fichar a Messi? Es lo primero que habrá que hacer. Si el Barça le quiere fichar a Messi, luego habrá que llegar a un acuerdo. Pero no le podemos preguntar a Messi. ¿Tú vendrías a Barcelona? ¿Que me quiere el Barça?

Llevas razón con esa lectura de la situación...

Muchas veces, los profesionales parece que estamos valorados por decisiones cuando realmente tiene que ser una decisión del club. Antes hablábamos de Mirotic. ¿Tu crees que Niko tiene algún problema si ganara un euro al mes? Eso sí, el tenía contrato y lo tenía que defender. A los profesionales se les pone una situación en la que parece que el club está por encima de ellos, y para mí lo está siempre. Pero si el club firma un contrato, tendrá que apechugar con lo que hay, ¿no? Se pone al profesional en una tesitura cuando realmente la pregunta debería ser para los clubes.

Alberto Herreros, Clifford Luyk o Alberto Angulo. En el libro nombras a todas las personas que te acompañaron en tu etapa en el Madrid menos a uno, al director general de la sección, que fue el que te despidió (Juan Carlos Sánchez). ¿Por qué?

Nombro a la gente que considero que ha sido importante para mí. La gente que has nombrado, mis ayudantes, el propio Florentino Pérez... valoro a la gente que ha sido importante para el éxito en los años que he estado como entrenador y para que esta historia tuviera un buen final. Si hay alguien que se siente mal porque no le he nombrado, pues allá él. Mi máximo respeto para todo el mundo, pero yo valoro a la gente que para mí ha sido realmente importante, y seguro que me he olvidado de gente, pero nunca he tenido intención de dejar a nadie ni por no nombrarle ni por nombrarle.

Hablas de un pequeño infarto, y pese a que fue un susto importante, da la sensación de que tu vida no corrió peligro. ¿Qué ocurrió exactamente?

Mira, yo por la noche me levanté con una sensación como de agobio un poco en el pecho, y pensé "no sé qué raro". Pero como cuando puedes tener una mala noche, me dije "ya está" y me volví a dormir. Ya por la mañana me levanté y mientras tomaba un café llamé al doctor del equipo. Estábamos jugando la semifinal ante Baskonia y me dijo que mejor hacer unas pruebas. Ahí se abrió un protocolo en el que se puso todo en marcha. Me tuvieron que hacer un catéter, pero yo estaba muy bien, hasta el punto que al día siguiente el cardiólogo vino y lo único que me dijo fue "usted está mejor que hace tres días". Esa frase me guio un poco, esa sensación de que te hayan dicho que estás de maravilla. Incluso me llevé la bronca de algún cardiólogo amigo mío que me decía "tú eres tonto, tenías que haber entrenado, hubiera sido buenísimo para toda la gente que ha tenido ese tipo de cardiopatías para que vean que al final la medicina va hacia adelante". Lo que antes podía ser un episodio más grave, pues digamos que mi cosa no fue nada grave. Yo estoy muy bien, he hecho vida totalmente normal y la prueba es que estoy lo más tranquilo posible. También siempre digo lo mismo, si creyera que por entrenar o por cualquier cosa me pongo en riesgo, yo creo que tengo a mi familia que sería la primera que me diría, "¿Tú eres tonto o que? Deja de entrenar o deja de correr", pero en este sentido yo soy el primero que me encuentro perfectamente.

La ACB 21/22, el último título cosechado por Pablo Laso en el Real Madrid

La ACB 21/22, el último título cosechado por Pablo Laso en el Real Madrid / EFE

Y sobre ese riesgo, ¿cómo se puede atrever alguien a sacar un comunicado dejando entrever que tal persona no es recomendable que siga practicando la profesión de entrenador?

Bueno, esto ya no es una pregunta para mí, ¿no? Yo estoy perfectamente. De hecho, cuando a mí me dicen que no voy a entrenar más al Real Madrid y me preguntan qué voy a hacer, yo les digo que voy a seguir entrenando, porque a mí los médicos me han dicho que puedo seguir entrenando. Ya está, yo no le veo mayor tema, me dicen que no voy a entrenar, pues ya está, no entrenaré en el Madrid, pero yo seguiré entrenando. Actúo bastante normal. A mí los médicos me dan la tranquilidad, me dan el alta y me dicen que puedo hacer una vida normal. Bueno, pues el primero que quiere hacer la vida normal soy yo, faltaría más. Y si me dijera el médico, "mire, usted no puede entrenar", pues el primero que no entrenaría sería yo. Yo no soy tan tonto. Yo por lo menos lo que no quiero es morirme. Yo lo que quiero es hacer una vida normal y es la suerte que tengo, que al final después de ese episodio llevo un año más o menos haciendo una vida totalmente normal.

Pablo Laso llega a Múnich. ¿Por qué el Bayern?

La pregunta es muy abierta y es una contestación muy sencilla. A mí me gustan los proyectos y las ideas, no voy a un sitio por dinero. El Bayern tiene un proyecto ilusionante, hay un cambio de pabellón en el futuro y es un gran club. El Bayern de Múnich es reconocido por todo el mundo y sobre todo, las personas que trabajan allí me transmiten que hay una idea de crecimiento ya en el tiempo. Hace muchos años una persona muy amiga mía me dijo: "tú acabarás entrenando en el Bayern de Múnich". Cuando entrenaba en San Sebastián, fíjate los años que han pasado. Y hace dos o tres años igual un amigo mío me dijo "tienes que venir a entrenar al Bayern de Múnich" y yo "bueno, ¿qué le pasa a todo el mundo con el Bayern de Múnich? Y mira donde he terminado. La verdad que yo estoy muy contento y muy ilusionado porque es un proyecto en el que creo como entrenador, en el que creo que hay buenos jugadores y en el que creo que podemos seguir creciendo como equipo y como club.

¿Tienes en mente poderle dar al club ese salto definitivo para a corto o medio plazo poder luchar por ganar la Euroliga?

Me encantaría decirte que sí, pero yo creo que si te dijera que el año que viene el Bayern es favorito en la Euroliga, creo que me estaría columpiando bastante. Somos un equipo que debe ir creciendo, creo que tenemos jugadores jóvenes que deben ir mejorando. Es algo que que siempre, desde el primer día que hablamos tanto Marko Pesic como yo lo teníamos claro. Cuando se habla de los grandes nombres de la Euroliga, que algunos de ellos incluso se han ido a la NBA, nosotros no estamos en esa puja. Pero tenemos mucha confianza en el trabajo que podemos hacer para que crezcan nuestros jugadores y para que la gente considere el Bayern de Múnich un destino al que cualquier jugador pueda venir. A eso sí que aspiramos, que cuando la gente le llegue y diga, "no, es que te quiere el Bayern de Múnich, ostras, es que quiere ir al Bayern de Múnich. ¿Por qué quiero ir? Porque es un gran club, porque están haciendo las cosas bien, porque hay una idea de crecimiento". Bueno, pues por todas esas cosas nosotros creemos desde el Bayern de Múnich que podemos ser atractivos para cualquier jugador. Ojalá también en el dinero.  Pero ahora mismo, para poder ser considerados, creemos que debemos hacer muchas cosas bien y en eso estamos.

Pablo Laso, en un partido ante el Bayern

Pablo Laso, en un partido ante el Bayern / EFE

¿En qué ha cambiado el Pablo que empezó en el Real Madrid con el que va a arrancar ahora en Bayern?

Tengo algo menos de pelo pero más experiencia, seguro. Yo cuando empecé en el Real Madrid, cuando me tocaban unos árbitros de Euroliga no les conocía de nada. Hoy, bueno, pues probablemente a Pablo Laso le conozcan más y yo a ellos. Pero yo creo que al final se mantiene la misma ilusión. Tenemos la suerte de que es un deporte en movimiento, lo que te valía hace un año, pues igual no te vale ahora. Van cambiando los jugadores, pero al final, yo creo que hay ideas sobre las cuales tú construyes una idea de baloncesto que no van a cambiar y que van a ser las mismas, ¿no? Sigo creyendo que el baloncesto no es defensa, no es ataque, es un deporte en continuo movimiento en el que tienes que trabajar rápido, que tienes que ser capaz de defender y atacar, esto no es balonmano, que puedes cambiar a los que defienden y a los que no atacan. Bueno, pues yo creo que en el deporte se va cambiando. Lo que sí creo es en la idea de juego, que esa es la que desde luego voy a intentar desde el principio y para eso voy a intentar tener los mejores mimbres posibles, eso sí que lo tengo claro.

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