Heurtel, otra vez de héroe a villano

La derrota del viernes a manos de un Bayern que anotó 38 puntos en el último cuarto fue la punta del iceberg, pero Pablo Laso ya tenía tomada una difícil decisión que avanzó la web 'Encestado'. Y es que el técnico vitoriano había decidido apartar definitivamente del equipo a Thomas Heurtel y a Trey Thompkins, además de multar económicamente a Guerschon Yabusele.

De esta forma, el base galo vino a repetir en cierto modo la trayectoria que había seguido en el Barça, aunque en el club blanco su ocaso ha llegado mucho antes. De hecho, ni siquiera ha durado una temporada después del escándalo que propició al intentar engañar a la entidad azulgrana en un episodio que pasará a la historia al dejarlo en Estambul sin subir al avión de regreso.

Dotado de un talento ofensivo al nivel de los más grandes pero incapaz de ser diferencial en defensa ni en la dirección del equipo, Heurtel no ha sido nunca capaz de asentarse definitivamente en un colectivo. Tras vivir sus dos primeras campañas como profesional en el Pau Orthez (2007-09), el ASVEL lo cedió al Estrasburgo y al Alicante antes de que el Baskonia pagase 145.000 euros por su carta de libertad. Quizá en Vitoria vivió sus momentos de mayor regularidad (2011-14), pero decidió irse al Anadolu (2014-17), de donde llegó al Barça.

En el Barça la historia del base daría para escribir un libro. En un equipo que ni por asomo tenía el talento del actual, Heurtel fue MVP dos temporadas seguidas en las dos Copas del Rey que alzó Svetislav Pesic en su segunda etapa en el banquillo con sendas victorias en la final ante el otrora intratable Real Madrid (la primera contra todo pronóstico en 2018 y la segunda, en 2019).

Durante varias fases de la temporada el exbaskonista se echó el equipo a sus espaldas y el Palau lo idolatraba. Sin embargo, en el verano de 2019 sufrió una grave lesión de rodilla mientras preparaba el Mundial con Francia y volvió a lesionarse en un tobillo nada más reaparecer en la semana previa a la Copa. El Barça cayó en cuartos ante el Valencia y perdió la final liguera frente al Baskonia con un Heurtel excelente que anotó 21 puntos.

Esa derrota supuso la inmediata destitución de Pesic y el nombramiento de Sarunas Jasikevicius, un técnico de carácter con el que la defensa es innegociable. Poco a poco, el francés fue cayendo en desgracia tanto dentro como fuera de la pista por su carácter difícil y excesivamente individualista.

Todo estalló a principios de 2021, cuando el Barça le hizo saber que no lo renovaría. En vísperas de la visita al Anadolu, el jugador pidió al club que le dejasen viajar con la expedición pese a no estar en la convocatoria, porque supuestamente estaba en conversaciones con el Fenerbahçe y quería aprovechar el viaje a Estambul para ultimar las negociaciones.

En tierras turcas el FC Barcelona descubrió que todo era una burda camama y que Thomas Heurtel estaba negociando con el Real Madrid. El 'que ejerció de 'malo de la película' fue el exmanager de la sección, Nacho Rodríguez, quien impidió al galo subirse de vuelta al avión y lo dejó en Estambul en un momento complicado por el covid.

El caso es que días después Heurtel se fue al ASVEL como puente antes de llegar al club blanco en verano. Lo más curioso del caso es que ningún jugador de la plantilla azulgrana salió a la palestra a defenderlo en una clara muestra del nulo predicamento que tenía entre sus propios compañeros o el cuerpo técnico.

En Madrid lo recibieron como a un 'Mesías' mientras dejaban tomar el avión en dirección inversa a Nicolás Laprovittola en una de las operaciones más lamentables del club madridista en su historia reciente. Traicionar al eterno rival suele ser muy bien visto por las aficiones.

Pese a que ha tenido alguna actuación excelente, Thomas Heurtel no ha respondido casi nunca a las expectativas y sigue sin ser el mismo que antes de la lesión, incapaz de hacerse con los galones de primer base, con sus habituales lagunas defensivas y quizá lastrado también por el fiasco de Nigel Williams-Goss.

En los dos últimos meses se había resquebrajado la relación entre el exigente Pablo Laso y el galo, quien incluso le ha realizado algún desplante como el día de la reciente derrota en la pista del Lenovo Tenerife. Ahí el vitoriano ya tenía bastante madurada su decisión: apartarlo definitivamente. Es decir, que no regresará esta tarde al Palau por tercera vez tras sus visitas en la Liga Endesa y en la Euroliga.

Salvo que cambie mucho la situación, no parece que sus actuales compañeros vayan a salir públicamente a defenderlo. Al menos sí debería hacerlo la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) tras la que 'montó' con aquel triste suceso de Estambul. Si en Barcelona tardó más de tres años en pasar de héroe a villano, a orillas del Manzanares tan solo han tenido que pasar ocho meses mal contados.